Francisco y las redes sociales. De nuevo.

Cuando uno ve el vídeo que el Papa Francisco ha colgado este mes de junio en su canal de Youtube, que luego ha sido distribuido por muchos cauces, tiene la sensación de que algunos llevamos diciendo exactamente eso desde hace ya tiempo. ¡La Iglesia lleva diciéndolo también!

Lo primero que internet es un don de Dios. Es una afirmación muy potente. ¿Por qué la usamos tan poco? Sí, un don de Dios. Es un ejemplo de cómo la inteligencia y la sabiduría del hombre pueden ponerse al servicio de una humanidad más conectada, más comunicada y, como dice Francisco, con nuevos y más anchos horizontes. Es un don, un regalo, que debe ser acogido y que debe ser aceptado como tal. La tentación es la misma de siempre, la misma que tuvieron los reyes de los hombres en la saga de El Señor de los Anillos: convertir el don en un instrumento de poder para controlarlos a todos. Internet puede ser un regalo mal acogido si lo usamos para eso: para destruir, para embarrar, para herir, para controlar, para dominar.

Tal vez la palabra que más se repite en el vídeo, el concepto más machacón, es otra de las ideas que venimos repitiendo hace tiempo: internet y las redes sociales son un lugar, no son una mera herramienta. Son lugares digitales donde las personas desarrollamos parte de nuestra existencia, donde compartimos lo que somos, lo que pensamos, lo que nos sucede. Deben ser lugares de encuentro y solidaridad, dice el Papa, donde cada uno puede ser quién es y no se pierda por el camino. Gran reto este si pensamos en nuestros jóvenes y en nuestros adolescentes. La tentación de convertirse en el centro, la tendencia selfie; la tentación de aparentar lo que no eres, la tendencia postureo; la tentación de expresar lo que no sientes, la tendencia like. Estemos alerta.

El vídeo lo podéis encontrar en este

Un abrazo fraterno
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