¡Chuuuuus, Mariaaaaa, Carloooos, Anaaaaaa, Cristinaaaa, Alejandroooo, Migueeeel! ¡Amigos y conocidos melómanos… necesito ayuda!
Os cuento mis turcos domésticos, alguna intimidad, intento incluso poner mi granito de arena para desdramatizar el día a día, pero hoy soy yo la que necesita un poco de luz.
Lo confieso, ¡no puedo con el regeatton! Y en casa mi hija “me martiriza” con él.
Pienso si no estaré empezando a perder la cabeza, porque lo escucho aunque no suene. Basta con que mi hija haga esos movimientos con los dedos de las manos que me recuerdan a esos vídeos horribles.
Hemos comparado distintos tipos de música para que ella misma, que no es tonta, compruebe dónde hay calidad. Hemos analizado letras machistas, aunque también he comprobado que algunas de las que le gustan a ella son simplemente bobas. Pero no hay forma.
Necesito nuevas estrategias y por eso recurro a vosotros. Porque mi actitud ahora mismo es la de consolarme pensando en que según ella, las letras no le importan, porque solo le interesa el ritmo. Y sobre todo, recordar lo que tuvo que soportar mi madre con dos seguidores en casa de los “Hombres G”.
Que te guste el regeatton es algo que se pasa ¿no?. Decidme que sí, si no tenéis una buena estrategia, por favor. Voy a pensar en esto último mientras termino el día poniendo a todo tren algo decente y moderno; Ed Sheeran, por poner un ejemplo, que tanto le gusta a “mi adolescente favorito”. @amparolatre