Después de un tiempo de preparación espiritual, que varía en función de las diócesis, con la Primavera llega la cuenta atrás para las celebraciones de las Primeras Comuniones.
Llega el momento en el que, principalmente los padres, perdemos un poco la cabeza con la preparación material. A pesar de los intentos que en los colegios y parroquias se ha hecho en los últimos años para que esta celebración, no se desmadre, hay veces en las que las personas somos tozudas en escoger la peor opción. Porque en este asunto, solo simplificando al máximo permitiremos que los niños vivan intensamente la esencia de este día.

Yo estoy feliz porque en el colegio de mis hijos, los niños participan en la celebración con el uniforme del colegio, de manera que no están pendientes de si les pica el vestido o les aprietan los zapatos, porque es la misma ropa con la que van al colegio cada día. Con el consiguiente ahorro que supone para las familias.
Pero como no siempre es posible trasladar a la vida real el idea que tenemos en la mente, y siguiendo mi deseo de ofrecer no solo reflexiones sobre «la vida con niños», sino propuestas concretas y soluciones para los dilemas cotidianos que se plantean en cualquier familia, hoy traigo a «El Lío Madre», los «regalos con corazón» de la tienda solidaria que Cáritas tiene en Madrid (aunque me consta que existen iniciativas similares en muchos lugares). Entre los productos que se pueden comprar en esta tienda solidaria hay vestidos y túnicas de Primera Comunión preciosos a un precio muy económico, elaborados por personas que trabajan en empresas de inserción tuteladas por Cáritas.
Me parece una excelente opción de consumo responsable, a la vez que colaboramos con una iniciativa que merece la pena. Que nuestros hijos conozcan la historia que hay detrás de estos vestidos o túnicas puede ser un bonito regalo de Primera Comunión que nuestros hijos recordarán toda la vida. @amparolatre