Irene, Sara y yo pasaremos unos días en casa sin los chicos. El plan no puede hacerles más ilusión.
Últimamente lo hemos hecho en varias ocasiones. Cada vez que por cuestiones de trabajo uno de los dos tiene que viajar, intentamos dividirnos con planes diferentes porque nos damos cuenta de que en este momento es algo que nos beneficia a todos. Cuando en un hogar hay hijos de edades diferentes resulta complicado encontrar planes que apetezcan a todos y a partir de los doce o trece años no faltan las discusiones entre ellos. Por eso dar a la convivencia la posibilidad de bajar el nivel de tensión a la vez que ofrecemos un poquito más de atención a cada uno resulta positivo.
Como además la norma es que los cinco estemos juntos, hablamos de una separación que tampoco supone un problema para nosotros dos como pareja.

Los «días de chicas», acaban de empezar, pero me doy cuenta una vez más, que no hace falta nada del otro mundo para que la experiencia se convierta en especial.
Ayer por la noche, después de la jornada de colegio ellas y en mi caso, después de varios días moviditos, las tres estábamos fundidas. No tenía ni cuerpo ni cabeza para ponerme creativa; simplemente necesitaba desconectar, pero cómo hacerlo con las ganas de fiesta que tenían ellas…
Me resistía a tirar de pantalla, así que se me ocurrió proponerles que nos metiéramos las tres en mi cama a leer. Para mi sorpresa las dos salieron corriendo por el pasillo a buscar su libro. Me da vergüenza reconocer a qué hora me quedé dormida -los que me conocéis sabéis que puedo caer muy pero que muy pronto-. Lo cierto es que Sara y yo nos quedamos dormidas más o menos a la vez, mientras Irene seguía enfrascada en su libro. Se está convirtiendo en una gran lectora.
Con dosis extra de descanso esta mañana estaba con energía suficiente como para enfrentarme a cualquier plan.

«¿Qué os apetece que hagamos esta mañana?»
Un baño largo ha sido la opción por la que nos hemos decidido. Después han pintado un buen rato, Sara ha convertido su habitación en una clínica de juguetes, han visto un poco la televisión y han preparado un baile. Baño largo (casi encogen) y mañana tranquila. Ese ha sido el planazo de la mañana. Está claro que menos es más. A ver cuándo nos convencemos. @amparolatre