A Sara le sucede con “Nonito” como a tantos niños con los muñecos con los que
duermen. Bueno, decir muñeco es mucho decir porque en este caso se trata de una mantita con cabeza, sin más.

Tampoco ha hecho falta más para suscitar un apego tremendo hacia “Nonito”. Una
historia de amor intenso, que ya dura tres años y que no ha conocido separaciones más
que para ir al colegio (hay que meterlo en la lavadora a escondidas). Pero la relación se
tambalea. Ha aparecido en escena “Molly”, una bella sirena de pelo rosa, que ha
cautivado a Sara como solo las sirenas saben hacer. Y cómo será la situación, que Sara
nos ofrece a su “Nonito” del alma por la noche, para acostarse ella con “Molly”. Así
que, sin lugar a dudas, tanto a favor para los Reyes Magos, que se fiaron de lo que Sara
había recortado y pegado en su carta.

Hay edades que pueden ser más complicadas para regalar, como la preadolescencia, sobre todo cuando en casa no hay plays, ni wiis, que siempre son un recurso. Sin embargo, a los Reyes Magos, que son muy observadores no les ha pasado desapercibida la afición musical de Ángel y Irene, y aunque no estuviera en la carta, ni sea el último grito, en casa han dejado dos desfasados Mp3 (yo creo que nadie compra esto ya) que han causado furor y que nos dan algún minuto que otro de descanso mientras los escuchamos cantar en su habitación.
Y en la misma línea, tremenda cara de alegría la que pusieron los dos mayores con el juego de mesa de “La Voz kids”. En este caso…. no sé lo que durará la euforia, porque al ritmo que vamos de partidas, dentro de nada nos sabremos todas las canciones de memoria y el juego perderá emoción.
Pero lo que está claro es que hay que observar, hay que atender a sus gustos, pero también que hay que apostar por regalos que favorezcan el juego en familia, que nos aparten de la pantalla unos minutos para poder reírnos a caracajadas mientras nos miramos a los ojos.