Aleteia logoAleteia logoAleteia
jueves 18 abril |
San Francisco Solano
Aleteia logo

Las pequeñas cosas que nos salvan

20160203_205922_resized.jpg

Amparo Latre Gorbe - publicado el 05/02/16

La capacidad para valorar las pequeñas cosas es una de las claves de la felicidad. Es una idea que nos llega por todas partes, que todos hacemos nuestra en abstracto, pero que no siempre sabemos llevar a la práctica. Porque este es el “quid” de la cuestión.

Si para algo me está sirviendo la actividad bloguera es para saborear un poco más las situaciones o anécdotas con las que sueltas una gran carcajada o simplemente esbozas una sonrisa. Antes, con las prisas de cada día, a los dos minutos mi cabeza ya estaba en otra onda. Ahora sin embargo, no solo es que estoy en permanente actitud de captura de “momentos ricos”, sino que después me siento a darles forma frente al ordenador y eso me permite disfrutar de “estas pequeñas cosas” por partida doble.

He aquí el fin terapeútico de un blog como este, que también lo tiene.

Dicho esto, entro en materia. Primera captura.

Hace una semana comencé libro nuevo y a mis hijos les encanta que les hable del tema de las novelas que tengo entre manos y de vez en cuando que les cuente cómo avanza el argumento. Soy una “spoiler” en toda regla, vamos. Les dije que tenía muy buena pinta pero que empezaba con mucha intriga y dando un poco de miedo. Como siempre, Sara (tres años) estaba rondando por ahí. Aparentemente a lo suyo, con su plastilina y sus dibujos, al margen de nuestras conversaciones, pero tomando nota de todo.

En fin, la cosa es que ayer por la noche cuando fui a coger el libro para leer, me lo encontré como aparece en la foto. ¡Me lo había “tuneado” con pegatinas de Frozen!

20160203_205922_resized

Digo yo que pensaría, “¿intriga, miedo?”; esto lo arreglo yo con un toquecito Disney. Y nada, dicho y hecho.

Estuve a punto de quitar las pegatinas para no estropear la portada, pero he decidido no hacerlo porque realmente no se ha estropeado nada. Sara con su sello particular la ha mejorado. Me ha hecho tanta gracia encontrarme a “Olaf” “Elsa” y “Ana” en las cuatro esquinas de las tapas del libro, que quiero volver a verlas cada noche cuando me tumbe a leer.

Segunda captura de las últimas 24 horas.

A Ángel le ronda un virus (o varios). Lleva toda la semana congestionado y a ratos con algo de fiebre. Por las mañana está mejor y no ha querido dejar de ir al colegio, pero a las cinco de la tarde, cuando voy a buscarlos me lo encuentro hecho polvo. Ayer en concreto, mientras volvíamos a casa en el autobús, recostó su cabeza en mi hombro y me cogió la mano.

“Qué gusto”, pensé. Cuándo tiempo hacía que no sentía a “mi mayor” así de cercano. Ya había olvidado las manos tan suaves y finas que tiene. Irene es más delicada en sus formas pero transmite mucha más fortaleza cuando te coge o te abraza. Creo que me voy a guardar muy adentro la escena del bus para saborearla en esos momentos en los que “mi preadolescente más lindo” se muestre distante o requeteseguro de algo que su padre y yo sabemos que es un error.

Son estas pequeñas cosas las que nos pueden salvar de la tentación de caer en la amargura o el desaliento que tantas veces parece envolvernos.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más