Los amigos invisibles son un filón. Son los responsables de que la habitación esté desordenada o los que se tiran pedos cuando vamos todos en coche, por poner solo dos ejemplos cotidianos.
Pero cuando los amigos invisibles no son tres, como le pasaba a mi hijo mayor hace años, sino que son legión, como le sucede a Sara, la cosa se puede complicar:
- Mamá, ¿qué hago me deshago de mis amigos invisibles o qué?
- ¿Y por qué te vas a deshacer de ellos? ¿qué ha pasado?
- Es que nos peleamos mucho y a mí me gusta estar tranquila.
Al final hicieron las paces y todos contentos.
Esta conversación la tuvimos hace unos días, pero hoy los amigos invisibles nos han acompañado toda la jornada. En la urbanización en la que vivimos hemos hecho una fiesta a mitad camino entre “feria de abril” y “San Isidro” y Sara no ha parado de comer en todo el día. Cuando le hemos puesto freno ha empezado a pedir pollo para sus amigos invisibles. Lo que decía, un auténtico filón.
La etapa de la vida de los niños en la que la imaginación es la que manda, me parece fascinante. Ésta ha sido la conversación de Sara con su padre en otro momento de la fiesta.
- Papá, te he preparado un café de mentira, mira qué rico.
- Gracias, Sara, pero me sienta regular el café.
- Ya lo sé, por eso te lo he preparado de mentira, en este mundo de mentira puedes comer de todo, tranquilo.
El diálogo entre ambos me ha recordado un dibujo de mi hija mediana en plena fase de celos, cuando Sara acababa de nacer. Había dibujado nuestra familia en medio de un paisaje con una casa a lo lejos y por supuesto Sara no aparecía. “Está dentro de esa casa, solo tienes que imaginártela”, me dijo. Prestar atención a lo que Irene plasmaba en los mundos imaginarios que dibujaba nos ayudó a entender cómo estaba viviendo un momento delicado a nivel familiar.
Ojalá Sara desarrolle al máximo su capacidad para hacer las paces y no se “deshaga” de ellos, en mucho tiempo. La imaginación y la fantasía es un filón sobre todo en el buen sentido porque es mucho más lo que pueden vivir, hacer, sentir y contar cuando la imaginación está “al poder”. @amparolatre