Queridos Ángel, Irene y Sara,

Hoy quiero contaros algo importante de verdad.

Cada día intento enseñaros cosas. Pero la mayoría más bien son «cositas», como ir en bici, cocinar, jugar al ajedrez, hacer la cama, limpiar el baño o descubrir los encantos de una ciudad bonita. Porque las cosas más relevantes no se aprenden en un rato, conllevan cierto recorrido. No todo lo que aprendéis es igual de importante y solo con la edad y la experiencia os daréis cuenta de ello.

Sin embargo me apetece que determinadas certezas que voy teniendo vayan resonando en vuestro interior.

Los dos mayores tenéis una edad (12 y 9 años) en la que los amigos empiezan a ganar peso en vuestra escala de valores. Entramos en una dinámica en la que papá y yo vamos a ir pasando a un segundo plano. Dentro de nada aparecerá un amigo o amiga especial y en un futuro, si vuestra vocación es al matrimonio, vuestra pareja. También descubriréis aficiones y os decantaréis por una profesión que tendrán un papel crucial en vuestro particular camino hacia la realización personal.

Sois niños sensibles y por eso creo que es fundamental que sepáis que ningún amigo, ni vuestra futura pareja, ni el tipo de trabajo que desarrolléis en un futuro satisfarán vuestros deseos más profundos. No tenéis ningún problema, «no estáis mal hechos» ni mucho menos. Todo lo contrario, vuestro corazón es perfecto y la mejor prueba de ello es que siempre tendrá deseos de algo mejor. Precisamente por eso nada «del mundo» hará que descanse tranquilo.

Encontraréis amigos, pareja y actividades que os ayuden a cumplir vuestra vocación al amor, que es al final la misión para la que todos estamos llamados, amar y ser amados. Pero solo en Él encontraréis consuelo.

Tener esto claro os evitará más de un «comecome» mental y os ayudará a entender algunos de los silencios, las distancias y los sinsabores que a veces se instalan entre las personas, cuando tenemos expectativas que jamás se cumplirán.

Si sentís que también vuestro corazón -como el mío- apunta al infinito, enhorabuena. Sois perfectos. @amparolatre

Hasta el infinito y más allá