El arte de acompañar

Mirar cuando vemos y escuchar cuando oímos. Parece una obviedad pero no lo es.

Nos falta sosiego para lograr lo que parece “de cajón”. Y nos perdemos la información más valiosa en relación a nuestros hijos, que es saber dónde está su corazón, “dónde están a nivel existencial”.

En relación a nuestros hijos y también a nuestra pareja o amigos.

Una de las conversaciones más interesantes que he mantenido recientemente ha sido con Sonia González Iglesias (puedes escucharla en el último podcast de Hablar en Familia), Directora del Máster en Acompañamiento de la Universidad Francisco de Vitoria, que explicaba lo importante que es saber acompañar, para la relación entre padres e hijos.

Tan importante como complicado.

Acompañar tiene que ver con saber estar ahí, respetando la voluntad de la otra persona, con la mano tendida, pero sin imponer el propio criterio. Para saber acompañar bien, explicaba Sonia es fundamental saber mirar y escuchar el latido de la persona que tienes enfrente, algo que no siempre sabemos hacer.

Al escribir todo esto no puedo evitar pensar en mi querida mediana, que sobrevive como puede en ese delicado lugar, que con frecuencia es “territorio de nadie”.

Hay épocas en las que sufre mucho y yo siento tanto o más que ella que los que estamos alrededor a menudo nos conformamos con señalar sus errores o sus carencias, en lugar de intentar acompañarla en su sufrimiento y preguntarnos por qué actúa de una determinada manera. Pero claro, hay preguntas que complican la vida o suponen un cuestionamiento del entorno. Y parece como si tendiéramos por defecto a optar por lo que es más fácil y no por lo que ayuda a poner verdad encima de la mesa.

Volviendo al tema de hoy. Saber acompañar me parece fundamental; tanto como dejar que otros lo hagan conmigo. Me pregunto si con mis hijos estoy más pendiente de resolver dudas de mates o de que se acostumbren a ordenar la habitación, que de “estar ahí” atenta a lo que su corazón puede necesitar. Y mucho me temo que esto último no tiene nada que ver con las urgencias del día.

No sé cómo soy como “acompañante”, pero asumo el reto de mejorar. Voy a intentar mirar y escuchar más y mejor a los que más quiero y … a ver qué pasa. @amparolatre