Me encantan los dibujos que los niños pequeños hacen de sus familias. Éste es el último que ha hecho Sara y no hemos salido mal.
Atrás queda la época en la que a mí me dibujaba gigante y en el centro y a todos los demás muy chiquititos y muy lejos de nosotras dos, que sin duda éramos centro del universo.
Me llama la atención que los chicos de la casa aparecen sin manos. La verdad es que Dios no les ha dado el don de la maña o la afición por el bricolaje, pero dibujarlos sin manos me parece excesivo. En cualquier caso, así los ve ella y su padre ya se ha apuntado en su «lista de cosas pendientes» dar alguna muestra de habilidad manual.

«Vas a tener que colgar un cuadro delante de tu hija», le dije ayer por la noche mientras los dos nos echábamos unas risas viendo el dibujo.
Llevo toda la semana con él en el bolso pero hasta anoche no pude mirarlo con atención. Lo que más me gusta es que aparecemos rodeados de corazones muy sonrientes y juntitos.
«Estos niños tienen tienen mucha suerte», le oí decir hace poco a una amiga. Una frase aparentemente sin mucha miga, pero que sí la tiene en realidad. El colchón que supone tener una familia detrás que te sostiene, te acompaña y te hace sentir alguien especial es la principal riqueza que estos niños llevan en la mochila.
Nuestros chicos lo dan por supuesto. No conciben la vida de otro modo. Sin embargo, con el tiempo conocerán sin necesidad de irse muy lejos que hay otros niños a los que nadie les pregunta cómo les ha ido el día.
Anoche sin ir más lejos, mientras descubría que «el sexto ser vivo» del dibujo no es una persona, sino un pájaro (debe ser kika, nuestra mascota, una ninfa para más señas) Sara me hacía una pregunta que me hacía volver sobre la frase de mi amiga:
– «¿Puede haber padres malos?»
Sara había visto una película que le había dejado descolocada, afortunadamente. Porque desde su lógica los padres solo podemos ser buenos.
Gracias Sara, por hacerme ver con tu comentario que aunque no seamos perfectos, todo va bien y que aunque las cosas no salgan siempre como a mí me gustaría, en esencia sabemos hacerte sentir segura y arropada, que es como cualquier niño debería sentirse en su familia. @amparolatre