«Cada día tiene su afán» , que decía Santa Teresa, y hoy una servidora tenía como misión extra contar a los padres nuevos del colegio de mis hijos qué hace la asociación de padres y animar a las familias que comienzan esta nueva etapa, a colaborar en todo lo que hacemos.
Desde el minuto en el que un niño atraviesa la puerta del colegio, todo lo que sucede en el interior se convierte en tema de conversación en casa y por eso es tan importante tener una relación fluida con el colegio e implicarse al máximo. Y no solo en los primeros cursos, igual o más necesario es cuando los hijos van haciéndose mayores. Cuando parece que son autónomos y que ya no nos necesitan, más importante es seguir estando ahí; siempre a punto para echar un cable.

Lo que sucede -me temo que no somos una excepción- es que son muchos los frentes abiertos y las necesidades que surgen en un colegio y relativamente pocas las personas con disponibilidad para preparar un encuentro, montar el belén, ordenar el banco de uniformes o recoger y limpiar después de una tarde de fiesta. Y como dice una amiga, «hacemos las cosas con mucho arte, pero no por arte de magia». Para que la revista del colegio o la fiesta de fin de curso salga adelante, unos cuantos sudamos mucho la camiseta.
Para mí, pertenecer a esta asociación ha sido una de las mejores experiencias de los últimos años, porque lo que en un principio comenzó siendo un grupo de personas preocupadas por la educación de los hijos, que se reunían para sacar adelante determinadas iniciativas, se ha terminado convirtiendo en un grupo de amigos, una pequeña comunidad me atrevería a decir, donde siempre encontramos apoyo, donde cada uno aporta lo que puede y donde curso tras curso comprobamos los resultados que se pueden obtener cuando la actitud es la de arrimar el hombro.
Sé que hay muchas personas que no se acercan a este tipo de grupos porque piensan que no hay nada que puedan aportar o porque es poco el tiempo libre que tenemos. Error. ¿Alguien piensa que con tres hijos y trabajando dentro y fuera de casa tengo algún minuto libre al día? Siempre hay algo que podemos aportar; siempre hay algo que se puede hacer aunque parezca imposible. Os lo digo yo.
Una buena educación es el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos. Si ellos perciben que es una prioridad para nosotros y que esto se traduce en un compromiso con el colegio, es más fácil que también sea una prioridad para ellos.
Por eso, cuando el curso acaba, quiero aprovechar para animar a todos a estar más presentes y más comprometidos con este tipo de asociaciones. Los principales beneficiados son nuestros hijos. @amparolatre