La campaña me gusta. Me parece sugerente, positiva y demuestra que se puede vender un producto hablando de valores y de justicia. Sin que las vendidas seamos nosotras, vamos. Me refiero a la última campaña publicitaria de Ariel India que persigue concienciar a los hombres sobre lo importante que es estar más implicados en las tareas domésticas y que ha logrado una enorme viralidad, con el hastag #lavemosjuntos (#ShareTheLoad).
La campaña me gusta por todo esto y porque introduce en esta batalla al abuelo de una familia, que se lamenta al ver la doble jornada de su hija y sobre todo al apreciar la indiferencia del resto ante el desgaste de esta “mujer multitarea”.
“Mi pequeña -piensa el abuelo- eres mayor ya. Antes solías jugar a las casitas. Y ahora manejas tu propia casa. Y tu oficina. Estoy tan orgulloso… Y lo siento. Siento, porque no deberías hacer todo esto sola. Lo siento porque nunca te detuve cuando jugabas a las casitas. Nunca te dije que no sólo era tu trabajo, sino también el de tu marido”.
La campaña me gusta también porque supone un cambio de tercio considerable en un sector cuyas campañas han venido asociando sistemática y exclusivamente las tareas domésticas a la mujer.
La perspectiva de este padre que decide que nunca es tarde para cambiar, si se trata de ir a mejor, ha llegado al corazón de millones de personas. Y creo sinceramente que la invitación que hay de fondo, no es un tema menor. Apuntamos hacia la sociedad en general, hacia las empresas en particular; pedimos leyes que apoyen a la familia. Mientras nos quedamos de brazos cruzados -porque no es algo que podamos cambiar nosotros-. Tengamos grandes aspiraciones, pero vayamos paso a paso. Mientras cambian las leyes y la flexibilidad se convierte en una realidad, fijémonos metas que sí dependen de nosotros. Compatibilizar la vocación profesional con la vocación familiar depende en gran medida de cómo organicemos el trabajo en casa, algo en lo que en general hemos dado pasos de gigante, pero en lo que probablemente podamos avanzar más. @amparolatre