“Le llamaron del trabajo y se despistó”. Ese era esta mañana el titular de la noticia. Dejó olvidada a su hija menor, casi siete horas dentro de su coche, en vez de llevarla a la guardería y la consecuencia del despiste ha sido fatal: la muerte de Marta, su hija, una bebé de 21 meses.No conozco a la familia, pero cuando escuché la noticia, me quedé sobrecogida; supongo que como otros muchos.
El padre había llevado al colegio a sus tres hijos mayores y se olvidó de dejar a la pequeña, que se quedó encerrada en el coche hasta que llegó la hora de ir a recogerla a la guardería y la madre descubrió la desgracia.
Nadie salvo los afectados sabe el calvario que están viviendo y cómo pesa el sentimiento de culpa de ese padre.
Y a mí, desde el desconocimiento de los detalles de esta historia, solo me viene a la mente una y otra vez, que llevamos una vida muy loca y que la famosa flexibilidad es un arma de doble filo, porque hay momentos en la vida en los que uno debe estar al cien por cien.
Hablamos por teléfono mientras freímos las croquetas, tenemos a la pequeña en la bañera mientras acudimos a la habitación de la mediana a resolver una duda de mates y como estos dos ejemplos, podríamos poner muchos más de una vida, en ocasiones, pasada de rosca.
En los trabajos nos aprietan para llegar donde no se puede llegar y en casa, la interminable lista de cosas pendientes que siempre está ahí aplastando nuestro cogote, hace que queramos abarcar más de lo que podemos.
Esta dinámica en las ciudades grandes creo que todavía se acentúa más porque las distancias son mayores, hacer cualquier gestión requiere más tiempo y en casos como el nuestro, no tenemos familia cerca a quien recurrir en un momento de apuro.
Me temo que no hay palabras de consuelo para la familia de la pequeña Marta en un momento así. Solo cabe rezar para que todos recuperen cuanto antes la serenidad.
A los demás esta desgracia debería hacernos reflexionar. Porque un despiste o un accidente lo podemos tener cualquiera, pero pensemos si no estamos pretendiendo llevar una vida un tanto contra natura, queriéndole ganar minutos a un día que se nos escapa de las manos con tanto estrés.
Desde “El Lio Madre”, mi más sentido pésame a los familiares de la pequeña Marta. @amparolatre