En el siglo XVI, cuando la Iglesia atravesaba una de sus crisis más profundas a causa de la Reforma protestante, surgió una figura destinada a renovar la fe desde sus cimientos: san Carlos Borromeo. Hijo de una familia noble y poderosa, pudo haber vivido entre privilegios y honores, pero eligió el camino del servicio, la oración y la reforma espiritual.
Su vida fue un testimonio de oración, humildad y entrega total a Dios, y su fortaleza brilló con más intensidad justo cuando intentaron apagarla con un disparo.
Descubre el valiente testimonio de San Carlos Borromeo y su incansable defensa de la Iglesia.









