Varias parejas reales han tenido el honor de casarse en la catedral de Notre-Dame de París. Ahora, Martin Lorentz y su prometida Jade pueden añadir sus nombres a esa lista. La pareja contrajo matrimonio ante Dios el sábado 25 de octubre en la catedral parisina, según France Info.
La catedral dejó de funcionar como iglesia parroquial en 1995, por lo que ya no se celebran allí bautizos, bodas ni funerales. Sin embargo, se hizo una excepción con este carpintero, uno de los 500 artesanos que participaron en la restauración de Notre-Dame de París.
Un sueño hecho realidad
Martín había soñado con esta boda durante mucho tiempo, incluso mientras trabajaba en los andamios, convencido de que tal deseo sería inalcanzable. ¡Imaginen su alegría al descubrir que el arzobispo de París, Laurent Ulrich, había decidido concederle su petición emitiendo una autorización especial para la boda!
El evento contó con 500 invitados, entre ellos muchos carpinteros que vinieron a compartir este momento único. ¡Por no hablar de los numerosos turistas que, por una feliz coincidencia, se encontraron viviendo este momento!

La boda fue oficiada por Monseñor Ribadeau Dumas, rector de Notre-Dame de París.
“Jade y Martin, bienvenidos a esta catedral. Martin, la conoces bien... la conoces desde arriba”, dijo durante la ceremonia, que fue filmada por France Info.
Durante tres años, Martin Lorentz participó en la reconstrucción de la estructura del techo. Junto con sus compañeros, talló y ensambló las vigas de la manera tradicional, siguiendo métodos medievales, hasta que todas las piezas encontraron su lugar en lo alto de la catedral.
“Quería compartir nuestro amor con todo el mundo, con todos los que lo necesitan. Es el mejor día de mi vida; no puedo decir nada más”, dijo Martin Lorentz a France 2, que estuvo presente en la ocasión.
“Es increíble que esta boda haya podido celebrarse y ver a mis amigos aquí... estoy muy feliz”, dijo uno de los carpinteros al canal.
“Es maravilloso terminar esta aventura de esta manera. Casarse en nuestra catedral es como estar en casa”, añadió otra persona con emoción.
Al finalizar la ceremonia, los aplausos de turistas y carpinteros, hachas en mano, resonaron bajo las bóvedas.
Así luce el interior de Notre-Dame después de su restauración:












