A lo largo de los siglos, millones de católicos han repetido las palabras del Padrenuestro, una oración que nace, no de un rito impuesto, sino de una petición profundamente humana que tiene su origen en las Sagradas Escrituras: “Señor, enséñanos a orar”. Esta fue la súplica de uno de los discípulos al ver a Jesús en íntima comunicación con el Padre, y fue entonces cuando Jesús nos regaló esta oración que resume el corazón del Evangelio.
El Padre Daniel Trujillo nos comparte una hermosa reflexión sobre cómo la respuesta de Jesús ante esta petición no fueron palabras vacías, sino una enseñanza viva que ha llegado hasta nosotros de una manera muy profunda.










