separateurCreated with Sketch.

[REPORTAJE] El regreso del rito tridentino a San Pedro

cardinal-raymond-burke-celebratessolemn-pontifical-traditional-latin-mass
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Anna Kurian - publicado el 26/10/25
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
La Misa según el rito tridentino (la forma ritual anterior al Concilio Vaticano II) hizo su regreso a la basílica de San Pedro el sábado 25 de octubre, tras tres años de interrupción

La congregación es ecléctica: un hombre con traje y corbata se sienta junto a su vecino vestido con jeans y camiseta, con los audífonos enrollados alrededor del cuello; no muy lejos, una mujer mece a su bebé. Jovencitas con faldas largas y mejillas sonrojadas por la timidez, cubiertas con mantillas blancas y negras, rezan el rosario mientras que en el altar del púlpito se celebra este sábado 25 de octubre una liturgia que no se celebraba aquí desde 2022.

Entre dos himnos gregorianos, el silencio se extiende sobre el fondo del bullicio de los turistas que desfilan por la basílica más grande del mundo. La congregación desborda las filas, algunos han elegido sentarse en el suelo de mármol, otros se apoyan en un pilar, visiblemente cansados. Se trae rápidamente una camilla para un fiel que se ha sentido indispuesto... Hay que decir que llegar a la basílica es toda una odisea, ya que los servicios de seguridad y los voluntarios se ven desbordados por el continuo flujo de visitantes que hay que controlar. La espera ha sido larga en el pasillo que conduce a la Puerta Santa.

cardinal-raymond-burke-celebratessolemn-pontifical-traditional-latin-mass

A pesar de todo, están ahí, recogidos, atentos. Después del Evangelio, durante casi media hora en el altar de la cátedra, el cardenal Raymond Burke repite su homilía en italiano, español, francés e inglés: se regocija por celebrar según "la forma más antigua del rito romano" y elogia el motu proprio Summorum Pontificum, de Benedicto XVI, que en 2007 liberalizó la "forma extraordinaria" del rito romano al autorizar ampliamente el uso del misal de 1962 publicado por Juan XXIII antes del Concilio Vaticano II. El prelado defiende en este rito la pureza de la tradición apostólica e invita a dejarse inspirar por su "belleza" en la vida cotidiana.

Por el contrario, el antiguo prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica pasa por alto el motu proprio Traditionis custodes del papa Francisco, que derogó Summorum Pontificum en 2021. El texto, que restringe la posibilidad de celebrar según el antiguo rito, provocó la ira y el resentimiento de los adeptos a esta liturgia.

Para muchos, la posibilidad de volver a los dorados de la basílica vaticana se considera una mano tendida por León XIV en este comienzo de pontificado. El Vaticano se toma muy en serio esta cuestión, ya que el director editorial de Vatican News publicó un tuit poco antes de la celebración en el que recordaba que este rito se había celebrado incluso después de Traditionis Custodes, en 2021 y 2022, "con el consentimiento de Francisco".

"Espero que León XIV nos abra la puerta"

Junto al cardenal Burke, el cardenal albanés Ernest Simoni pronuncia las palabras de despedida a los fieles al término de la liturgia, que ha durado más de dos horas. Entre la multitud que sale por la puerta, Elena sostiene delicadamente su mantilla blanca. La joven doctora de 25 años ha viajado desde Portugal para participar en su segunda peregrinación Summorum Pontificum. "Para mí era importante volver a ver esta misa celebrada en este altar", se alegra.

"Descubrí esta liturgia durante la pandemia de Covid", cuenta la joven a Aleteia. "Me gustaron los largos momentos de silencio, el gran respeto y la deferencia que se viven en ella. Empecé a ir cada vez más a menudo y luego mis padres también me siguieron y redescubrieron la oración gracias a este rito".

Al venir a Roma, Elena asegura haber "rezado para que el nuevo papa sea más abierto a esta devoción particular". "León XIV parece una figura de paz. Espero que sea un padre para nosotros y que nos abra la puerta", comenta, lamentando que "los que aman esta liturgia hayan sido un poco oprimidos en el pasado".

Pascal y Mary-Anne vinieron desde Nigeria para participar en esta peregrinación por primera vez. "Queríamos participar en esta misa porque para nosotros significa ser católicos", confiesan. Fue gracias al rito tridentino que "muchas personas se convirtieron en masa" en Nigeria, asegura Pascal, sosteniendo a su pequeña hija de unos meses dormida en un portabebés.

Para la pareja, "la misa en latín es la misa de nuestros padres, es un legado". Con cierta modestia, evocan las "mejoras" y las "mejores disposiciones" de León XIV hacia ellos. Pero más allá de las disensiones litúrgicas, lo que importa, concluye el joven padre, emocionado por su visita a la tumba de los apóstoles, es "ser santo".

En su primera entrevista concedida al medio estadounidense Crux, publicada a mediados de septiembre, León XIV abordó esta delicada cuestión y confesó haber recibido "varias solicitudes y cartas" al respecto. El pontífice estadounidense-peruano admitió que los "abusos" en torno a la nueva liturgia instituida tras el concilio —la misa denominada "Pablo VI"— podrían haber alejado a "las personas que buscaban una experiencia más profunda de oración, de contacto con el misterio de la fe2.

También diagnosticaba que este tema se había convertido en ocasiones en "una herramienta política", un "pretexto para impulsar otros temas". Este era uno de los argumentos del Papa Francisco, quien consideraba que el rechazo del nuevo rito expresaba un rechazo a la teología del Concilio Vaticano II. Asegurando que esta cuestión estaba en su agenda, León XIV anunció que "pronto" tendría la oportunidad de dialogar con un grupo de personas que abogaban por este rito.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.