Es raro que Kate Middleton coja la pluma. Es evidente que el tema le preocupa mucho. Y sin duda no está de más que una princesa alerte sobre los peligros que corre una sociedad hiperconectada, dispersa, "desmantelada", como diría el ensayista Baptiste Detombe.
En una publicación titulada "El poder de la conexión humana en un mundo distraído", redactada en colaboración con Robert Waldinger, profesor de psiquiatría en Harvard, la princesa de Gales destaca la paradoja de que las relaciones humanas pierden calidad a medida que vivimos en un mundo cada vez más conectado. Prestar toda nuestra atención al otro, a quien está realmente, físicamente, frente a nosotros, se ha convertido en un regalo raro y precioso.
El peligro de las pantallas

La princesa parte de un amplio estudio longitudinal realizado por Harvard según el cual "el mejor indicador de una vida feliz y saludable no es la tensión arterial ni el nivel de colesterol, sino la calidad de las relaciones". Sin embargo, desde hace 70 años, lamenta Kate Middleton, "cada vez nos involucramos menos en las relaciones con los demás".
Lamenta que los británicos —pero su observación es sin duda válida más allá del Canal de la Mancha— cenen menos a menudo que antes en familia, reciban menos amigos y se inscriban menos en clubes o asociaciones.
"Estamos físicamente presentes, pero mentalmente ausentes".

El espacio de los dispositivos digitales en nuestra vida
Al mismo tiempo, los dispositivos digitales ocupan cada vez más espacio, especialmente en las familias: "Nuestros teléfonos inteligentes, tabletas y ordenadores se han convertido en fuentes de distracción constante, fragmentando nuestra atención e impidiéndonos prestar a los demás toda la atención que nuestras relaciones exigen", lamenta.
"Estamos sentados juntos en la misma habitación, con la mente dispersa entre decenas de aplicaciones, notificaciones y flujos de información. Estamos físicamente presentes, pero mentalmente ausentes, incapaces de interactuar plenamente con las personas que tenemos delante".
Las pantallas absorben y captan nuestra atención, privando así a nuestros seres queridos de ella. Sin embargo, para Kate Middleton, la atención es la base de toda relación humana y el caldo de cultivo para crecer bien. "Cuando consultamos el teléfono durante una conversación, navegamos por las redes sociales durante las cenas familiares o respondemos a correos electrónicos mientras jugamos con nuestros hijos, no solo nos distraemos: privamos a los demás de la forma más elemental de amor".
Prestar atención "sin reservas"

"Nuestra atención sin reservas es el regalo más preciado que podemos ofrecer al otro", afirma Kate Middleton. Un regalo "difícil" de ofrecer y que ahora requiere un verdadero acto de voluntad. Se trata, en primer lugar, de "reconocer que la atención es algo que podemos elegir concedernos unos a otros en cada momento: en casa, en el trabajo, en nuestras comunidades".
"Esto exige un esfuerzo consciente para estar plenamente presentes con las personas que nos importan", subraya Kate Middleton, y supone "preservar espacios sagrados propicios para los vínculos auténticos: las cenas familiares, las conversaciones, los momentos de contacto visual sincero y de escucha atenta".




