El nacimiento no marca el fin del desarrollo humano, sino el inicio de una nueva etapa igual de crucial: la vida fuera del útero. A esta fase se le conoce como exterogestación, también conocida como "el segundo período de gestación".
Un concepto que plantea que los seres humanos nacen inmaduros en comparación con otras especies, y que durante los primeros meses de vida necesitan un entorno que simule las condiciones de la gestación intrauterina para continuar su desarrollo.
Durante este período, el bebé requiere contacto constante, regulación externa de sus emociones y funciones corporales, así como una cercanía estrecha con su figura de apego principal, en este caso: la madre.
Desarrollo en la exterogestación

Sin embargo, la exterogestación no solo transforma al recién nacido; también supone una revolución física, emocional y mental para la madre. Tras el parto, la mujer atraviesa cambios hormonales profundos, una recuperación corporal exigente y una adaptación a su nuevo rol, lo que puede generar, tanto momentos de profunda conexión, como desafíos emocionales intensos.
Este delicado proceso de ajuste y vínculo mutuo entre madre e hijo es esencial para la salud a largo plazo de ambos.
Si bien, un bebé nace después de 40 semanas, (aunque puede variar en algunos días más o menos) para que alcance su desarrollo completo tendría que pasar alrededor de 18 meses en gestación.
A continuación te mostramos algunos aspectos que ocurren durante la etapa de exterogestación y que no debes dejar pasar.
1Se fortalecer el vínculo en la exterogestación
Durante esta etapa inicial del recién nacido y la madre, el lazo entre ellos se va forjando hasta convertirse en un vínculo de apego sano, así lo mostró la teoría de apego propuesta por John Bowlby y enriquecida por Mary Ainsworth.

2Regular su sistema
El bebé, al ser recién nacido y continuar en su etapa de desarrollo, no puede regularse por sí mismo, por lo que requiere que su madre lo ayude a regularse. Desde la temperatura, hasta su alimentación por medio de la lactancia.
3Un trato cuidadoso

Durante la exterogestación el bebé necesita del toque físico para fomentar un sano desarrollo y fomentar al punto número uno que es el apego seguro.
Abrazar a tu bebé, acariciarlo y cuidarlo de esta manera, harán que su vínculo se fortalezca. A su vez, hacer contacto con tu hijo, a través de una mirada tierna y afectuosa, así como también dedicarle palabras dulces
4Presencia constante
El estar presentes para nuestro bebé y hacerlo sentir querido, harán que pueda continuar con pleno desarrollo, así como atender sus necesidades y estar para él, de ahí la importancia de que la madre pasé los primeros meses pegada a su bebé.
Aunque no en muchos países se da una larga incapacidad por maternidad, lo ideal sería no desprender a la madre de su hijo durante la etapa de la exterogestación.










