A lo largo de la historia de la Iglesia, los pontífices han inaugurado sus pontificados con textos que marcan el tono espiritual y pastoral de su misión. Estas primeras exhortaciones apostólicas ofrecen una visión profunda de las prioridades de cada Papa y de los desafíos de la Iglesia en su tiempo.
En esta línea, el Papa León XIV ha firmado su primera exhortación apostólica, Dilexi Te ("Te he amado"), un texto que rinde homenaje al Papa Francisco y a su incansable llamado a ser “una Iglesia pobre para los pobres”. Esta exhortación busca cerrar un ciclo, uniendo la opción preferencial por los pobres con la tradición eclesial y el testimonio de los santos que vivieron al servicio de los más necesitados.










