El Papa León XIV instituyó a treinta y nueve nuevos catequistas, hombres y mujeres, durante una Misa celebrada en la Plaza de San Pedro con motivo del Jubileo de los Catequistas el 28 de septiembre de 2025. En su homilía, el Papa destacó la importancia de la familia como espacio de catecismo. También explicó que el catequista no se limita a impartir enseñanza, sino que es "una persona de la palabra" que enseña con el testimonio de su vida.
Como en cada jubileo celebrado en este Año Santo para la Iglesia Católica, la Plaza de San Pedro en Roma se llenó de miles de fieles para celebrar la misa dominical con el nuevo Papa. Esta mañana, más de 20.000 catequistas de 115 países de todo el mundo formaron esta asamblea reunida bajo un cielo azul radiante.
Durante la misa, un diácono llamó uno por uno a los cuarenta católicos elegidos para ser instituidos como catequistas. Esta "institución" es una nueva función introducida por el Papa Francisco en 2021. Para destacar el papel de los laicos en la Iglesia católica, el pontífice argentino decidió convertir la catequesis en un ministerio no ordenado.
"Aquí estoy", respondió en italiano - "eccomi " - cada uno de los candidatos al ministerio que vinieron de Italia, España, Inglaterra, Portugal, Brasil, México, India, Corea del Sur, Timor Oriental, Emiratos Árabes Unidos, Filipinas, Estados Unidos, Mozambique, Perú y República Dominicana.
Los treinta y nueve laicos comprometidos en el servicio de proclamar el Evangelio escucharon entonces la exhortación del Papa: "Ustedes, que ya están activamente comprometidos al servicio de la comunidad cristiana, están llamados al ministerio estable de catequista para vivir con mayor intensidad el espíritu apostólico". Después de la bendición, recibieron un crucifijo de manos del Pontífice.
En su homilía, el Papa también enfatizó el "centro en torno al cual gira todo". Se trata del "anuncio pascual, el primer anuncio: el Señor Jesús ha resucitado, el Señor Jesús te ama". Para el líder de la Iglesia católica, este "acontecimiento es la verdad que nos salva" y puede cambiar la vida de todos. Por lo tanto, debe ser conocido y proclamado, "pero eso no basta", insistió. "Debemos amarlo: es este amor el que nos lleva a comprender el Evangelio, porque nos transforma al abrirnos el corazón".
El catecismo es la “guía de viaje”
El Papa también recordó el significado de la palabra "catecismo", término que proviene del verbo griego katēchein, que significa "instruir en voz alta, hacer resonar".
"Esto significa que el catequista es una persona de palabra, una palabra que pronuncia con su propia vida", continuó el Papa, asegurando además que "nadie da lo que no tiene".
León XIV designó a los padres como los "primeros catequistas". "Así como aprendimos nuestra lengua materna, de la misma manera el anuncio de la fe no puede delegarse en otros, sino que tiene lugar donde vivimos. Primero en nuestros hogares, alrededor de la mesa: cuando hay una voz, un gesto, un rostro que conduce a Cristo, la familia experimenta la belleza del Evangelio", aseguró. Pero León XIV reconoció que los catequistas acompañan a todas las generaciones en la fe: "niños, adolescentes, jóvenes, luego adultos e incluso ancianos".
A lo largo de su homilía, el Papa volvió a definir el catecismo como la "guía de viaje que nos preserva del individualismo y la discordia, porque da testimonio de la fe de toda la Iglesia católica". Inspirándose en san Agustín, a quien un diácono le preguntó en una ocasión cómo ser un buen catequista, el Papa citó de nuevo a su santo de referencia, dando esta respuesta: "Dilo de tal manera que quien te escucha, oyendo, crea, creyendo, espere, y esperando, ame".











