Santa Clara de Asís nació en el año 1193 en Asís, Italia. Es considerada una santa popular dentro del mundo franciscano. Ella era parte de la nobleza, pero conmovida por la espiritualidad de san Francisco de Asís, dejó toda su vida por seguir su ejemplo de humildad y amor a Cristo.
Francisco y Clara desarrollaron una gran amistad que se forjó por el crecimiento en la fe. Las enseñanzas de este santo influyeron en el carácter de ella. Y aunque su interés por la vida religiosa comenzó desde pequeña, conocer más sobre la humildad como medio para amar a Cristo fue la que la motivó a convertirse en religiosa.
Ella quería tomar el hábito para estar desde ese momento en unión con Dios. Sin embargo, sus padres no estaban de acuerdo con esta decisión. Ellos querían que se casara.
Todo por seguir la vocación
Así que Clara, tuvo que huir de su casa en la noche del Domingo de Ramos de 1211 para unirse a los Frailes Menores en la pequeña iglesia de la Porciúncula. Al llegar al convento para abrazar esta nueva vida, tuvo que cortarse el cabello, como se acostumbra en todas las órdenes religiosas para mujeres. Pero, en este caso, no solo representaba su bienvenida al convento, sino también un paso a una nueva vida.
Benedicto XVI describió cómo habría sido este momento de entrega al Señor, en una Audiencia General del 2010. Existen diferentes representaciones artísticas de San Francisco cortando los largos mechones de cabello de Clara. Esta es una de ellas:
“Mientras sus compañeros empuñaban antorchas encendidas, Francisco le cortó su cabello y Clara se vistió con un burdo hábito penitencial. Desde ese momento se había convertido en virgen esposa de Cristo, humilde y pobre, y se consagraba totalmente a él. Como Clara y sus compañeras, innumerables mujeres a lo largo de la historia se han sentido atraídas por el amor a Cristo que, en la belleza de su divina Persona, llena su corazón. Y toda la Iglesia, mediante la mística vocación nupcial de las vírgenes consagradas, se muestra como lo que será para siempre: la Esposa hermosa y pura de Cristo.”
¿Por qué suele haber esta práctica de cortarse el cabello?
Una de las razones más comunes es porque es un símbolo de renuncia a lo mundano: un acto de humildad al renunciar a la vanidad y dejar todo atrás para entregarse a Cristo totalmente. Así como también, el compromiso de seguir la obediencia del recinto y carisma.
Incluso, se menciona que también es un por un sentido práctico para poder colocarse el velo de mejor forma.











