Conocido como el "Hombre de las Bienaventuranzas" - aludiendo al pasaje de la Biblia - , el Pier Giorgio Frassati sirvió a los pobres tanto como pudo. Cuando su familia se iba de vacaciones a pasar un tiempo en su casa de verano, Frassati se quedaba, diciendo:
"Si todo el mundo se va de Turín, ¿quién cuidará de los pobres?"
Himno de la Caridad
En el funeral de Frassati, su familia se sorprendió al ver a una multitud de personas que no conocían. Las calles estaban repletas de pobres y necesitados a los que Frassati había servido desinteresadamente durante su corto paso por el mundo.
Su vida estuvo marcada por una extraordinaria caridad, alimentada en parte por la meditación diaria de un pasaje concreto de la Biblia.
Frassati llevaba consigo el "Himno de la Caridad" de san Pablo, de la Primera Carta a los Corintios. Le mantenía centrado en lo que de verdad cuenta en la vida y en cómo, hiciera lo que hiciera en este mundo, si no tenía amor, habría sido "un sonoro gong o un címbalo que retiñe".
A continuación reproducimos el pasaje íntegro que Frassati transcribió a mano y guardó en su bolsillo. Es un pasaje que puede recitarse una y otra vez, y si nos tomamos el tiempo de incorporarlo a nuestras vidas, no hay límite a la cantidad de amor que podemos dar al mundo.
Si no tengo amor, nada soy
"Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy una campana que resuena o un platillo que retiñe.
Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.
Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás.
Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas. Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto.
Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño.
Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí.
En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande todas es el amor".
9 cualidades de Pier Giorgio Frassati para imitar:


