León XIV presentó su misión como obispo de Roma como «un servicio a la unidad», al rezar el Ángelus el 29 de junio de 2025, fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo. Desde su ventana del palacio apostólico, que da a la plaza de San Pedro, subrayó que la unidad se construye a través del «perdón».
Al introducir la oración mariana en la fiesta de los santos patronos de la diócesis y de la ciudad de Roma, el Papa expresó el deseo de que «en este mundo desgarrado, la Iglesia sea casa y escuela de comunión». Explicó a los fieles reunidos bajo un sol abrasador que la unidad «se alimenta del perdón y de la confianza recíproca, empezando por nuestras familias y nuestras comunidades».
«Deseo confirmar en esta fiesta solemne que mi servicio episcopal es un servicio a la unidad», declaró el nuevo Papa elegido el 8 de mayo. Y añadió: «La Iglesia de Roma está comprometida, por la sangre de los santos Pedro y Pablo, al servicio de la comunión entre todas las Iglesias».
En esta misión, el jefe de la Iglesia católica exhortó a «esperar siempre», porque «Jesús nunca llama una sola vez». A pesar de las «contradicciones, los pecados» de Pedro y Pablo, Jesús «fue a buscarlos, más de una vez, para ponerlos de nuevo en su camino», señaló.
El Papa habló también del «ecumenismo de la sangre» que une a cristianos de distintas confesiones asesinados por su fe. Rindió homenaje a aquellos cristianos bautizados «a los que el Evangelio hace generosos y audaces, incluso a costa de su vida».

