Ante 400 obispos reunidos en Roma, el Papa León XIV pintó un retrato del buen obispo con ocasión del Jubileo de los Obispos, celebrado el 25 de junio de 2025. Subrayó la necesidad de firmeza por su parte en la lucha contra los abusos a los menores.
Bajo las bóvedas de la Basílica de San Pedro en Roma, unos 400 obispos —de los más de 5 mil 400 que componen la Iglesia Católica— escucharon lo que podría constituir la declaración de misión episcopal elaborada por el Papa León XIV. El nuevo líder de la Iglesia Católica es un experto en la materia, tras haber sido Prefecto del Dicasterio para los Obispos antes de su elección el 8 de mayo. Durante dos años, contribuyó al nombramiento y la supervisión de obispos de Europa, América del Norte, Central y del Sur, así como de Filipinas y Australia.
Ante los obispos procedentes de 38 países diferentes, León XIV optó por destilar en su discurso una multitud de virtudes para cultivar hoy: lealtad, sinceridad, magnanimidad, apertura de mente y corazón, paciencia, discreción, gran disposición a la escucha, al diálogo y al servicio, etc. Pero el Papa recordó primero los fundamentos.
El obispo es el principio visible de unidad en su diócesis y su tarea es fomentar la comunión entre todos sus fieles y con la Iglesia universal. Para ello, cuenta con la gracia divina especial conferida durante su ordenación episcopal.
Un obispo es también un hombre de fe y esperanza. En situaciones difíciles, debe ayudar a no desesperar, no con palabras ni remedios, sino con su cercanía. El Papa citó entonces el caso de familias con cargas excesivas, de jóvenes decepcionados y disgustados por mensajes ilusorios, o de personas mayores o con discapacidades graves que se sienten abandonadas.
Para León XIV, el obispo debe ser un hombre de caridad pastoral y tener un corazón abierto y acogedor, como su casa. Inspirándose diariamente en la Eucaristía y la oración, debe dar ejemplo de amor fraterno en todas partes y en toda circunstancia. "En la predicación, en las visitas a las comunidades, al escuchar a los sacerdotes y diáconos, en las decisiones administrativas, todo está animado y motivado por la caridad de Jesucristo", insistió.

“Desprendidos de las riquezas” y practicando la “castidad”

"Personalmente desprendido de la riqueza", el obispo debe adoptar "un estilo sencillo, sobrio y generoso, digno y, al mismo tiempo, adaptado a las condiciones de la mayoría de su pueblo", explicó el pontífice estadounidense. Siguiendo los pasos de su predecesor, aseguró que los pobres deben encontrar en su obispo "un padre y un hermano" y "no deben sentirse incómodos al encontrarse con él".
Siguiendo el legado del Papa Francisco, pidió a los obispos gobernar con prudencia pastoral, que implica el ejercicio del diálogo y la sinodalidad. Esta prudencia, aseguró León XIV, permite al obispo guiar a su comunidad valorando sus tradiciones y promoviendo nuevos caminos e iniciativas.
El Papa también instó a los obispos a vivir el celibato practicando la castidad de corazón y conducta. Temprano por la mañana, les dijo a los seminaristas que el celibato sacerdotal era un carisma que debía reconocerse, protegerse y educarse. Tanto entre los católicos latinos como entre los orientales, los obispos deben ser siempre célibes. Los sacerdotes católicos orientales pueden casarse, pero no entre los católicos latinos.
Firmeza ante el abuso
León XIV también exigió al obispo ser "firme y decidido al abordar situaciones que puedan dar lugar a escándalo y todos los casos de abuso, especialmente contra menores". El Papa pidió entonces a los obispos que aplicaran las disposiciones vigentes del Código de Derecho Canónico.
Durante el pontificado de Francisco, Roma ha intensificado su lucha contra los abusos sexuales cometidos por miembros del clero. Desde 2019, todos los clérigos y religiosos deben denunciar cualquier abuso del que tengan conocimiento. El motu proprio Vos estis lux mundi también exige a todas las diócesis del mundo que establezcan sistemas que permitan la denuncia de abusos sexuales. Asimismo, establece un procedimiento para investigar a obispos o superiores sospechosos de delitos o encubrimientos.
Desde su elección el 8 de mayo, el Papa León XIV ha expresado su deseo de continuar la labor de su predecesor Francisco y Benedicto XVI. "Es urgente arraigar en toda la Iglesia una cultura de prevención que no tolere ninguna forma de abuso, ni de poder ni de autoridad, ni de conciencia, ni espiritual ni sexual", escribió en un mensaje publicado el 20 de junio.
Continuación de una semana de reuniones clericales
Tras recibir el Jubileo de los seminaristas el martes y el de los obispos hoy, León XIV participará mañana por la tarde en una reunión para sacerdotes organizada por el Dicasterio para el Clero. El viernes por la mañana, en el marco del Jubileo Sacerdotal, celebrará una Misa en la Basílica de San Pedro, con la ordenación de 31 nuevos sacerdotes.
El domingo, festividad de los santos Pedro y Pablo, patronos de la ciudad de Roma, el Papa presidirá una misa durante la cual bendecirá los palios de los nuevos arzobispos nombrados el año pasado.


