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¿Por qué es pecado que un católico “trabaje” con energías?

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Mónica Muñoz - publicado el 19/06/25
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La Nueva Era es una corriente que llegó para quedarse y, lamentablemente, el católico cae en pecado cuando recurre a las energías e ideas semejantes

A finales del siglo pasado escuchábamos que la Nueva Era se acercaba: terminaba la era de Piscis y entrábamos a la era de Acuario, ideas bastante disímiles con la fe cristiana. Y no era para menos, pues pretendían sustituir el cristianismo por una mezcla de ideas esotéricas, espiritistas, filosóficas, orientales, entre otras más.

La Nueva era y el cristianismo

No obstante su incompatibilidad con la fe católica, debido a su gran influencia y la confusión que comenzaba a causar entre los cristianos, el Consejo de Cultura del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso publicó en el año 2003 el documento Jesucristo,  Portador de agua viva. Una reflexión cristiana sobre la "Nueva Era" .

En la presentación del documento, el Cardenal Paul Poupard alerta:

"La Nueva Era propone teorías y doctrinas sobre Dios, sobre el hombre y sobre el mundo incompatibles con la fe cristiana. Además, la Nueva Era es síntoma de una cultura en profunda crisis y, a la vez, una respuesta equivocada a esta situación de crisis cultural: a sus inquietudes e interrogantes, a sus aspiraciones y esperanzas" .

El manejo de energías

 Uno de los temas centrales de esta corriente es que se interesa en lo divino, a pesar de no ser una religión propiamente dicha. Sin embargo , predica que "el cosmos se ve como todo orgánico animado por una Energía que también se identifica con el Alma divina o Espíritu" (n. 2.3.3).

Claramente se desconoce a Dios personal y todopoderoso como único Creador y sostén del universo, rebajándolo a categoría de "energía".

Pero también se enfoca en el trabajo con otras energías. El documento explica que se trata de espíritus que existen en el mundo natural y en "niveles interiores" a los que se accede mediante el uso de rituales, drogas y otras técnicas para alcanzar estados de conciencia alterados (n. 2.2.1).

Por supuesto, en todo esto también intervienen "maestros" iluminados y médiums que "canalizan" estas energías.

De este modo, se libera al ser humano de la responsabilidad y del buen uso de su libertad para elegir entre el bien y el mal, sin contar el uso de sustancias dañinas para dar a la persona lo que anhela, sin esfuerzo de su parte.

Pecado contra el primer mandamiento

Por supuesto, todo lo descrito anteriormente es solo un pincelazo de lo que actualmente viven miles de cristianos en el mundo, confundiendo las enseñanzas de Cristo con doctrinas que lo alejan de la Verdad.

Por eso, cabe recordar que quien otorga poder a objetos y personas más que a Dios peca contra el primer mandamiento:

"Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, sólo a él darás culto" (Mt 4, 10).

Y recordar que hay que poner en práctica lo que san Pablo enseñaba a los Hebreos (13, 9):

"No se dejen extraviar por cualquier clase de doctrinas extrañas. Lo mejor es fortalecer el corazón con la gracia".

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