En Japón, en 1970, una religiosa, Agnes Katsuko Sasagawa, vivió una experiencia que transformó su vida y dejó una huella profunda para nuestra fe. Agnes sufrió diversas enfermedades durante su infancia, incluyendo una operación de apéndice mal realizada que la dejó inmóvil por más de una década. Su salud mejoró tras beber agua de Lourdes, un gesto que marcó su conversión.
En 1973, siendo ya parte del Instituto de las Siervas de la Sagrada Eucaristía en Akita, Agnes comenzó a experimentar fenómenos extraordinarios. A pesar de su sordera, Agnes afirmaba escuchar la voz de la Virgen que le transmitía mensajes urgentes para la humanidad, llamando a la oración, la conversión y la penitencia.
¡Descubre más sobre su sorprendente historia y su relación la Virgen asiática, mejor conocida como la Virgen de Akita!


