El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha propuesto un decálogo para prepararse para el 2033, Año de la Redención.
Bajo el nombre de “Programa 2033”, Luis Argüello lo presentó en el congreso “El Corazón de Jesús esperanza para el mundo” celebrado del 6 al 8 de junio de 2025 en Valladolid.
Vincular caridad, unidad y paz es una de las invitaciones para estos siete años y medio que quedan para el jubileo que celebrará los dos mil años de la muerte y la resurrección de Cristo.
Un corazón humilde, pobre y sacrificado
Para lograr esta integración, Argüello propone “tener los mismos sentimientos del Corazón de Cristo, un corazón humilde, pobre y sacrificado”.
Según el arzobispo, solo desde el Sagrado Corazón de Jesús “es posible la comunión entre nosotros y dar respuesta a un corazón que ha sido seducido por el poder”.
Evangelizar y reparar
Otra de las líneas del Programa 2033 es responder al amor de Cristo amando a los demás.
Argüello indica la misión evangelizadora y la de reparación “para construir sobre las ruinas que deja el pecado”.
Concretando, el arzobispo de Valladolid sugiere que la comunidad se encuentre en la Misa del domingo, cuidar la devoción popular y profundizar en la encíclica del Papa Francisco sobre el Corazón de Jesús.

Alianza social para la esperanza
El séptimo punto del decálogo de Argüello para preparar el Año de la Redención se refiere a “una alianza social para la esperanza”.
Esta alianza abarca la promoción de la natalidad y el cuidado de la vida, de los enfermos y de los migrantes.
Más enfocado en la Iglesia es el llamado a “insuflar alma” a las empresas e instituciones católicas.
Estas instituciones necesitan “hombres y mujeres que confiesen de obra y de palabra que creen en la victoria de Cristo sobre la muerte”, destaca el presidente de la CEE.
El decálogo del obispo Argüello para preparar el Año de la Redención pasa por ofrecer la Doctrina Social de la Iglesia en el coloquio entre la Iglesia y el mundo, más allá de una mera “propuesta de valores”.
En este sentido, destaca la importancia de reconocer que las personas humanas “somos humano-divinos”.
Y propone “reconstruir alianzas, vínculos” frente al individualismo y la crisis de la democracia parlamentaria.
El decálogo acaba con la invitación a “renovar nuestra consagración personal, familiar, diocesana al Corazón de Jesús”, para pedir al Papa que renueve la consagración del mundo al Corazón de Cristo en 2033.
Nuevo Pentecostés
El congreso celebrado en Valladolid este fin de semana propuso el Corazón de Jesús como esperanza para el mundo desde distintos enfoques, entre ellos el de la familia.
Más de 400 personas de distintos países participaron en el encuentro que fue como “un Nuevo Pentecostés”, según uno de los organizadores, José María Alsina.
“Ha habido comunión y reflexión sobre el corazón de Jesús como esperanza para el mundo”, destacó a Aleteia.
Llegar al Corazón de Jesús a través de la familia
Entre los ponentes, intervino la directora del Programa Aprendamos a Amar de la Universidad Francisco de Vitoria, Nieves González Rico.
En su conferencia, la experta afirmó que en la familia se van tejiendo vínculos, se construye la identidad y se recibe el amor que capacita para amar.
También enumeró algunas experiencias familiares que ayudan a llegar al Sagrado Corazón, como el apego seguro, la presencia, la ternura, la hospitalidad y la alegría.
Primero ser hijo
"El niño, en un entorno de confianza plena, aprenderá a mostrarse con sinceridad sin necesidad de engañar ni disimular -explicó-. Aprenderá a quererse a sí mismo y a ser querido".
“Este apego con el que los padres saben responder al mundo emocional del niño le regala una seguridad básica”, aseguró.
"En este apego infantil hunde su raíz la capacidad propia de la relación esponsal, de entregarse y recibir -añadió-. Ser hijo, para poder ser esposo y padre".

