El agotamiento puede parecer una aflicción moderna —provocada por correos electrónicos, plazos de entrega y sobrecarga digital—, pero la lucha por encontrar descanso y significado ante el agotamiento no es nueva. Mucho antes de que se acuñara el término, los santos lidiaban con las mismas limitaciones humanas que enfrentamos hoy : fatiga mental, aridez emocional y el profundo dolor de sentirse abrumado.
Aquí hay tres santos que no solo sobrevivieron al agotamiento, sino que encontraron la gracia en medio de él. Sus historias ofrecen más que inspiración: ofrecen una salida.


