Es un santuario al aire libre, y está en Francia. Basta con pasear por las callejuelas hundidas de Finistère o Côtes-d'Armor para toparse, casi por encanto, con una pequeña capilla de granito que lleva siglos allí, como un centinela de piedra que vigila las almas y los páramos. Bretaña no es sólo tierra de leyendas: según varias fuentes, es también la región con mayor cantidad de capillas del mundo.
Más de 6 mil capillas
Con 6.300 capillas repartidas por todo su territorio, y una media de 5 a 6 lugares de culto por parroquia, Bretaña encarna una fe muy arraigada. Cada capilla cuenta una historia: la de un santo local, la de un deseo concedido, la de una comunidad unida en torno a su piedad.
Hoy en día, algunas de ellas sólo se abren una vez al año, durante el indulto, una alegre y fervorosa procesión que combina oraciones, trajes tradicionales e himnos bretones. Frente al tiempo y el olvido, varias asociaciones locales trabajan para restaurar y poner en valor estos edificios.
Capilla de Sainte-Barbe en Le Faouët

Encaramada en la ladera de un acantilado, la capilla de Sainte-Barbe en Le Faouët (Morbihan) es una de las más emblemáticas de Bretaña. Construida en el siglo XV para agradecer a la santa haber salvado a los soldados de una tormenta mortal, su arquitectura gótica y su espectacular emplazamiento son realmente impresionantes. El indulto de Sainte-Barbe, celebrado a principios de julio, atrae cada año a fieles de toda la región.
Capilla de Notre-Dame de Tronoën

En Finistère, la capilla de Notre-Dame de Tronoën, en Saint-Jean-Trolimon, es famosa por su excepcional calvario monumental, uno de los más antiguos de Bretaña (siglo XV). El indulto de Notre-Dame de Tronoën, que se celebra en agosto, atrae a numerosos peregrinos en un marco a la vez grandioso y despejado, como muchas otras capillas a medio camino entre el cielo y el mar.

