En un mundo marcado por desafíos sociales, políticos y económicos, los gobernantes tienen una gran responsabilidad en la construcción de una sociedad más justa y fraterna. Como creyentes, estamos llamados a orar por ellos, para que Dios los ilumine y los fortalezca en su misión de servicio.
Nuestras oraciones pueden ser fuente de consuelo, guía y fortaleza para que actúen con rectitud, poniendo siempre el bien común por encima de los intereses personales o partidistas.
Con humildad y esperanza, te invitamos a realizar esta oración por nuestros gobernantes.


