En mayo de 1897, santa Teresita de Lisieux estaba a solo unos meses de morir. Su tuberculosis le causó un gran dolor físico, pero sobre todo, Dios permitió que se sumiera en una oscuridad espiritual. Fue un momento muy difícil para santa Teresita y ella expresó esta oscuridad en un poema que escribió, titulado "A Juana de Arco".
Teresa sentía una profunda devoción por santa Juana de Arco desde su infancia y escribió numerosos poemas y obras de teatro sobre su amada patrona. Durante su prueba de fe, Teresa se sintió unida a Juana de Arco, especialmente mientras esperaba en el calabozo antes de ser conducida a su cruel martirio.
En el siguiente video encontrarás el bello poema:


