"Más que una cuestión religiosa, la compasión es una cuestión de humanidad", declaró León XIV durante la segunda audiencia general de su pontificado, el 28 de mayo de 2025, en la Plaza de San Pedro. Ante las 40 mil personas que acudieron a este encuentro, el Papa puso en guardia contra la tentación de vivir "con prisas" y contra "un cierto modo rígido y cerrado de ver las cosas".
Desde la reanudación de las audiencias generales el 21 de mayo, el nuevo Papa ha continuado el ciclo de catequesis sobre la esperanza iniciado por su predecesor Francisco el 18 de diciembre de 2024. Este tema fue elegido en el marco del Jubileo, un gran evento de la Iglesia católica que se celebra durante todo el año en Roma.
Esta mañana, después de un recorrido en papamóvil entre la multitud, León XIV meditó la parábola del buen samaritano, muy querida por el Papa Francisco. Esta historia, comentó el pontífice peruano-estadounidense, simboliza el camino de la existencia en el que "nos encontramos frente al otro, frente a su fragilidad y debilidad, y podemos decidir qué vamos a hacer: cuidarlo o actuar como si nada hubiera pasado".
"La religiosidad no tiene nada que ver con eso"
Al señalar que los dos "hombres religiosos" de la historia bíblica, el sacerdote y el levita, no se detienen con el hombre herido, León XIV señaló que "la práctica del culto no conduce automáticamente a la compasión". Y afirmar: “La religiosidad no tiene nada que ver con eso”.
El Papa declaró entonces que "antes de ser una cuestión religiosa, la compasión es una cuestión de humanidad. Antes de ser creyentes, estamos llamados a ser humanos". En este caso, el samaritano "se detiene simplemente porque es un hombre frente a otro hombre que necesita ayuda", insistió León XIV. Y exhortó a los fieles a "crecer en humanidad" para lograr relaciones "más auténticas y ricas en compasión".
El jefe de la Iglesia católica advirtió en particular contra la "prisa, tan presente en nuestra vida, que a menudo nos impide sentir compasión". "Quien considera su propio viaje como una prioridad no está dispuesto a detenerse por otro", afirmó. Señaló también “una cierta manera rígida y cerrada de ver las cosas”.
“El adulto que ha comprendido el sentido de su vida”
Durante su catequesis, el 267º Papa aseguró que la compasión se expresa a través de “gestos concretos”. "Si quieres ayudar a alguien, no puedes simplemente pensar en mantener la distancia; tienes que involucrarte, ensuciarte y quizás incluso contaminarte. […] Realmente ayudamos si estamos dispuestos a sentir el peso del dolor ajeno", continuó.
La parábola del “buen samaritano” nos ayuda a ir más allá de la pregunta “¿quién me ama?”, una "pregunta inmadura [...] que nos hacemos cuando esperamos en un rincón", enfatizó también León XIV. Se trata de llegar a la pregunta "¿quién amó?", es decir, la pregunta del "adulto que ha comprendido el sentido de su vida".


