Por segunda vez desde su elección, León XIV visitó Santa María la Mayor, una de las cuatro basílicas papales de Roma y lugar de sepultura del Papa Francisco, el 25 de mayo de 2025. Presidió una oración y se dirigió a los fieles de Roma presentes en la plaza. Con esta parada el Papa concluyó su tarde en Roma, que le llevó al Capitolio, sede del Ayuntamiento de Roma, y a San Juan de Letrán, la catedral de la ciudad.
Al final de la jornada, León XIV, que acababa de "tomar posesión" de su sede episcopal en San Juan de Letrán, recorrió un kilómetro y medio en el papamóvil, deteniéndose en el monte Esquilino. En esta colina se construyó la Basílica de Santa María la Mayor, que alberga una antigua representación de la Virgen María: el icono Salus Populi Romani, pintado según la tradición por san Lucas, y querido por los romanos que lo invocaron a lo largo de los siglos en tiempos de calamidad.

Durante esta visita, el nuevo Obispo de Roma rindió homenaje ante el icono de la protectora de la ciudad, colocando una corona de flores a sus pies, imitando el gesto habitual del Papa Francisco. El pontífice peruano-estadounidense recitó una oración pidiendo a la Virgen que guíe “la barca de la Iglesia hacia un puerto de paz, evitando los peligros y resistiendo el oleaje”. También le imploró que protegiera a Roma y consolara a "aquellos que llegan allí sin techo y sin defensas".
Al final de la liturgia de veinte minutos, León XIV pasó unos momentos ante la tumba de su predecesor, Francisco, como había hecho durante su primera visita el 10 de mayo. El pontífice argentino fue enterrado en esta basílica el 26 de abril según sus últimos deseos, junto a la Virgen María, a la que llegó a honrar más de 120 veces durante su pontificado.

Antes de abandonar la Basílica Mariana, León XIV subió a la logia –balcón central construido sobre la fachada–, como había hecho un poco antes en San Juan de Letrán, para dirigir un último saludo a los fieles presentes en la plaza. "Estoy muy contento de verlos a todos aquí y les agradezco de todo corazón", dijo el pontífice entre los aplausos de la multitud. La animó en su devoción a la Virgen "que tantas veces acompañó al pueblo de Roma en sus necesidades".

