separateurCreated with Sketch.

Cuando los celos entre hermanos crecen hasta la adultez

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Mathilde De Robien - publicado el 23/05/25
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Pocas familias se libran de la rivalidad entre hermanos. ¿Cómo lidiar con ello de adultos? ¿Cómo se curan los celos? ¿Cómo protegerse del favoritismo descarado? Rita de Roucy, psicóloga clínica, lo explica

Jeanne, 30 años, soltera, ha sufrido desde niña por ser comparada sistemáticamente con su hermana mayor, a la que sus padres consideran perfecta. Este sufrimiento ha aumentado desde que su hermana se casó y tuvo hijos. Mientras que los celos siguen en la adultez.

"Ella siempre cumple las expectativas de nuestros padres, ya sea en cuanto a la elección de sus estudios, su profesión, su marido, ¡o incluso los nombres de sus hijos! Y a mis padres no les importa hacerme saber que lo hace todo bien", confiesa Jeanne.

"Así que quiero a mi hermana, ¡pero al mismo tiempo la odio! Y me siento culpable porque sé que mi hermana no es responsable de la actitud de nuestros padres".

Un favoritismo que se convierte en veneno puro

"El favoritismo entre hermanos y hermanas es un verdadero veneno, una prisión que encierra y destruye al adulto en formación", afirma Rita de Roucy, psicóloga clínica. Es un veneno insidioso, porque a menudo los padres hacen todo lo posible por educar a sus hijos y no son conscientes de que a veces pueden mostrar indiferencia, falta de delicadeza o favoritismo.

Con el tiempo, la rivalidad excesiva nacida en la infancia puede convertirse en celos destructivos en la edad adulta. Y es muy a menudo cuando la familia se reparte en el marco de una herencia cuando resurgen los celos:

"La propiedad adquiere de repente un valor afectivo y simbólico latente para los hermanos. Cada uno de ellos llega a buscar lo que nunca ha conseguido obtener en forma de afecto y atención de sus padres", analiza la psicóloga.

¿De dónde viene el sentimiento de celos hacia un hermano o hermana?

"El sentimiento de celos tiene su origen en el deseo profundo de todo niño de tener el amor de sus padres para él solo", explica Rita de Roucy. Porque la supervivencia y el progreso de un niño dependen del amor de sus padres. "Es el sol del amor paterno, la luz del estímulo paterno, lo que permite a un niño florecer, sonreír, hacerse más competente y dominar su entorno".

Con la llegada o presencia de otros hermanos, el niño teme que su bienestar se vea amenazado. "La mera existencia de uno o varios niños más en la familia podría significar menos para ellos: menos tiempo a solas con los padres, menos atención cuando se sienten infelices y decepcionados, menos aprecio y admiración por sus logros". Para un niño, el pensamiento más aterrador es:

"Si mamá y papá muestran tanto amor, interés y entusiasmo por mi hermano o hermana, quizá sean mejores que yo"

"Si son mejores que yo, eso significa que yo no soy tan bueno, así que si no soy tan bueno la situación es realmente incierta, su amor por mí es incierto", explica la experta. De ahí la necesidad de tranquilizar a cada niño, de hacerle sentir que está seguro, que es especial, que se le quiere por sí mismo y como es.

Cuando los celos son moderados, son parte natural

daughter

Cuando es moderado, los celos entre hermanos y hermanas forman parte natural del desarrollo del niño. "Esta rivalidad entre hermanos y hermanas, siempre que sea moderada, por supuesto, es extremadamente útil: las luchas moderadas por dominarse mutuamente desarrollan el carácter de los niños, los abucheos incesantes en casa desarrollan su estado de alerta y su agilidad mental y física, las riñas les enseñan la diferencia entre ser ingenioso y hacer daño, y los roces ordinarios de la vida en común les enseñan a imponerse y defenderse en la adolescencia y la edad adulta", subraya la psicóloga.

Pero es importante distinguir entre envidia y celos. La envidia es estimulante y motivadora. Los celos, en cambio, son destructivos.

Curación de los celos

La expresión "estar enfermo de celos" sugiere un camino hacia la curación. En particular, implica una mejor autoestima. Quererse a uno mismo y saberse amado incondicionalmente por Dios son poderosos antídotos contra los celos. Si aceptamos la idea de que cada persona es única, ya no hay lugar para los celos, ya no hay motivo para envidiar a nadie. "Cada persona que nace en este mundo representa algo nuevo, algo que no existía antes, algo original y único".

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.