El Papa León XIV visitó la Basílica de san Pablo Extramuros a última hora de la tarde del 20 de mayo de 2025 para rezar ante la tumba del apóstol Pablo, el otro patrón de la ciudad de Roma junto con san Pedro. En su oración, confió su pontificado al Papa y ofreció una breve meditación sobre la libertad cristiana y la obediencia de la fe.
Al inicio de su pontificado, León XIV visitó los puntos culminantes de su diócesis de Roma. El próximo domingo "tomará posesión" de su sede episcopal en la basílica papal de san Juan de Letrán, la catedral de los papas. A continuación, realizará una nueva visita a la basílica de santa María la Mayor, tras una primera visita el 10 de mayo para rezar ante la tumba de su predecesor Francisco.
Esta tarde, atravesó la "Puerta Santa" de la Basílica de San Pablo Extramuros, la iglesia más grande de Roma después de san Pedro. En esta basílica del sur de Roma, devastada por un incendio en 1823 y reconstruida por iniciativa de León XII, están representados los medallones de los 266 papas que precedieron a León XIV.
El nuevo Papa atravesó la nave hasta la tumba del apóstol Pablo, bajo el altar central. Rezó allí de rodillas durante unos instantes, y luego se dirigió al sitial monumental del ábside. Sobre su cabeza, en el inmenso mosaico que representaba a Cristo, pudo distinguir a un lejano predecesor, Honorio III, Papa de 1216 a 1227, que aparecía diminuto y besaba los pies de Cristo.
"La salvación no llega por arte de magia"
En su breve meditación, el Papa recordó brevemente que san Pablo, antes de recibir la "gracia de la llamada", había perseguido a los cristianos y a la Iglesia. Tras su fulgurante conversión, este judío de nacionalidad romana se convirtió en uno de los principales artífices de la difusión del cristianismo primitivo. Su celo le granjeó la enemistad de ciertos judíos, que lo hicieron arrestar. Según la tradición cristiana, estuvo cautivo en Roma y fue decapitado hacia el año 67 d.C.
En su magisterio, León XIV ofreció una meditación sobre la libertad y la obediencia de la fe.
"El Señor, al aparecérsele [a Pablo] en el camino de Damasco, no le privó de su libertad, sino que le dejó la posibilidad de una elección, de una obediencia, fruto de esfuerzos, de luchas interiores y exteriores, que aceptó afrontar", relató el pontífice.
Continuó diciendo que "la salvación no llega por arte de magia, sino por un misterio de gracia y de fe, del amor omnisciente de Dios y de la adhesión libre y confiada del hombre a él".
Para concluir su catequesis, el nuevo Papa repitió unas palabras que Benedicto XVI había pronunciado en la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid en 2011:
"Queridos amigos —decía—, Dios nos ama. Ésta es la gran verdad de nuestra vida y que da sentido a todo lo demás. […] En el origen de nuestra existencia hay un proyecto de amor de Dios", y la fe nos lleva a "abrir nuestro corazón a este misterio de amor y a vivir como personas que se saben amadas por Dios".
Mañana miércoles, León XIV celebrará su primera audiencia general en la plaza de San Pedro. Se espera la asistencia de miles de fieles.


