Se cree que fue hasta el momento de la crucifixión que María se enteró de que sería la madre de Juan (el cual representó a toda la Iglesia en ese momento), sin embargo, en la Biblia podemos encontrar la preparación que ella tuvo para recibir su papel de madre espiritual para toda la humanidad.
El venerable Fulton Sheen explica en su libro, El Calvario y la Misa, los tres momentos que fueron llevando a María a ser parte del plan divino de salvación y que culminaron en el momento de la crucifixión. Siendo nombrada como la nueva Eva, a través de su intercesión, sus hijos pueden llegar a Dios.
“Ella había de hacernos otros Cristos. Porque, así como María había engendrado al único ‘Santo de Dios’, solo así ella nos engendraría como santos para Dios”, explicó.
Primeraescena

El primero de estos momento podemos encontrarlo en el Evangelio de Lucas, cuando Jesús es hallado en el templo después de que lo buscaron por tres días. María le habló a su hijo sobre la gran angustia por no haberlo encontrado, pero Él le respondió:
"Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?"
(Lc 2, 49)
Fulton Sheen menciona que estas simples palabras equivalen a decir: "Madre, yo tengo otros asuntos que los del taller de carpintero. Mi Padre me ha enviado a este mundo para la obra suprema de la Redención, para hacer a todos los hombres hijos adoptivos de mi Padre celestial, en el más grande reino de la hermandad de Cristo, su Hijo". En este primer pasaje vemos a un Jesús niño que le resalta a su madre la misión que tenía como enviado de Dios.
segundaescena

Esta escena se da en la fiesta de las bodas de Cana. En el pasaje del Evangelio, san Juan narra que el banquete se quedó sin vino; y María, al percatarse de ello, se dirige con Jesús para decirle lo que sucedía. A lo que Él respondió:
"'Mujer, ¿por qué te metes en mis asuntos? Aún no ha llegado mi hora'
Pero su madre dijo a los sirvientes: 'Hagan lo que Él les diga'" (Jn 2, 4-5)
En este momento vemos claramente su papel de intercesora. Y, a la vez, vemos cómo Jesús no la llamó madre, sino 'mujer'. Fulton Sheen define que sería lo equivalente a: "Me pides hacer un milagro que solo Dios puede hacer; me pides que ejercite mi divinidad que está relacionada con toda la humanidad, esto es, como Redentor. Pero, una vez que la divinidad obra para la salvación del mundo, tú vienes a ser no solo mi madre sino la Madre de la Humanidad redimida. Tu maternidad física pasa al mundo más espacioso de la maternidad espiritual, y por este motivo te llamé 'mujer'".
terceraescena
La última escena acontece un día que Jesús estaba predicando. Alguien que lo escuchaba, lo interrumpió para decirle:
"'Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y preguntan por ti'. Él les contestó: '¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?' Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: 'Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre'". (Mc 3, 32-35)
Precisamente en este pasaje vemos ese desarrollo de su maternidad espiritual, dando a entender que hay otros lazos que los de sangre, que son los espirituales. Este lazo espiritual une a todas las personas que forman el Reino, que siguen la voluntad de Dios.
Culminación de su maternidad espiritual
Estas tres escenas culminaron en el momento de la crucifixión, cuando fue nuevamente llamada por Jesús como mujer' para darle a la persona de Juan, que simbolizaba a la Iglesia y sus miembros, una madre y poderosa intercesora: 'He ahí tu madre'.
"Por eso se dirigió a ella no como a madre sino como a mujer. Ella tenía una misión universal, la de ser no solo su madre sino la Madre de todos los cristianos. Era su Madre; ahora iba a ser la Madre de su Cuerpo místico, la Iglesia; y nosotros íbamos a ser sus hijos”.


