La Iglesia Católica Romana ha mantenido una tradición de 2 mil años en la elección de un Papa, que es el sucesor de san Pedro. Aunque a lo largo de los siglos ha habido diversas controversias y escándalos en el papado, existe una línea ininterrumpida de sucesores que se remonta al propio san Pedro.
A menudo se plantea la pregunta: "¿Cuándo se convirtió Pedro en el primer Papa?"
La "piedra" de san Pedro
El Evangelio de Mateo narra el acontecimiento que convirtió a san Pedro en el primer Papa, cuando Jesús le dice:
"Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos".
(Mt 16, 18-19)
Aunque Jesús no dijo directamente que nombraba "papa" a Pedro, ese título pasó más tarde a designar al líder de la Iglesia.
Piedra...Papa
Puede parecer extraño que Jesús llamara a Pedro "piedra", pero era su manera de destacar el papel de Pedro en la Iglesia.
Según la Biblia de Estudio Católica Ignacio, "la evidencia sugiere que las palabras de Jesús a Pedro fueron pronunciadas originalmente en arameo. En este idioma, la palabra kepha equivale a Pedro y denota una 'roca de gran tamaño', adecuada como cimiento de un edificio. Este nombre arameo se conserva [en su forma latinizada] como Cefas nueve veces en el Nuevo Testamento".
Por eso la Iglesia sigue enseñando que Jesús designó a Pedro como piedra angular de la Iglesia católica.
"En el colegio de los Doce, Simón Pedro ocupa el primer lugar. Jesús le confía una misión única. Gracias a una revelación del Padre , Pedro había confesado: 'Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo'. Entonces Nuestro Señor le declaró: 'Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella'. Cristo, 'Piedra viva', asegura a su Iglesia, edificada sobre Pedro, la victoria sobre los poderes de la muerte. Pedro, a causa de la fe confesada por él, será la roca inquebrantable de la Iglesia. Tendrá la misión de custodiar esta fe ante todo desfallecimiento y de confirmar en ella a sus hermanos".
(CEC, 552)
No solo eso, Jesús también pronunció estas palabras en Cesarea de Filipo, ¡una ciudad que estaba literalmente construida sobre una enorme roca!
Pedro iba a ser la "roca" de la Iglesia y recibiría un lugar privilegiado entre los apóstoles. Cuando los escritores de los Evangelios enumeraban los nombres de los apóstoles, el de Pedro figuraba en primer lugar.
Todos los papas desde san Pedro siguen esta línea de tradición iniciada por el propio Jesús antes de morir.


