Centenares de personas están venerando el cuerpo de santa Teresa de Ávila que se expone del 11 al 25 de mayo de 2025 en la basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen de la localidad española de Alba de Tormes.
“Estamos viviendo un acontecimiento histórico”, asegura el prior de los Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes y Salamanca, Miguel Ángel González.
Son niños, jóvenes y mayores, gente sencilla, eclesiásticos y personas muy cultas, de muchas nacionalidades, interesados en ver de cerca esta destacada reliquia.
Por eso peregrinan hasta esta pequeña población de la provincia de Salamanca en la que murió la monja reformadora del Carmelo el 4 de octubre de 1582.
En aquel momento se celebró la primera exposición pública de los restos mortales de la santa mística. La segunda tuvo lugar el año 1760 y la tercera y anterior a la actual, el 1914, hace 111 años.
En esta ocasión, la veneración pública se enmarca en un proceso de reconocimiento canónico del sepulcro y las reliquias de la santa.


Santa Teresa sigue viva
Desde el domingo pasado, ríos de personas pasan todo el día ante la urna de plata que contiene el cuerpo de la religiosa.
“Está siendo muy impactante para la gente que viene”, asegura la priora de las carmelitas descalzas de Alba de Tormes.
Y espera “que no nos quedemos solo en una devoción a ella, a sus reliquias, sino que nos lleve al interior”.
Lejos de la superstición y la idolatría, la exposición del cuerpo incorrupto busca dar a conocer más a santa Teresa de Jesús y promover un encuentro personal de cada persona con ella y sobre todo con Dios.
Todo el que se acerca a santa Teresa de Jesús (por medio de sus escritos, sus fundaciones, sus reliquias,…) sale enriquecido: esta Doctora de la Iglesia y maestra de vida interior sigue viva, asegura el padre Miguel Ángel González.
Acercarse a Dios
Y añade que la orden del Carmelo descalzo quiere que estos días de veneración pública sean “un tiempo de recogimiento, de oración, de paz, para acercarse a Jesucristo, a la Iglesia, a los sacramentos, por medio de santa Teresa de Jesús”.
Para el carmelita, “la veneración de sus reliquias no es un culto vacío, sino una manifestación del deseo profundo de acercarse a Dios a través del ejemplo de esta mujer 'amiga fuerte de Dios'”.
“Desde los primeros siglos del cristianismo, la Iglesia ha venerado las reliquias de los santos como expresión de amor, gratitud y comunión espiritual con aquellos que, por la gracia de Dios, han vivido de manera ejemplar el Evangelio”, recuerda el religioso.
Para él, “custodiar sus reliquias y favorecer su veneración no significa 'aprovecharse' de su figura, sino ofrecer al pueblo de Dios un signo visible de una vida transformada por el Espíritu, que sigue llamando a la santidad”.
“En el Carmelo Descalzo, entendemos esta tarea como una misión de acogida, oración y evangelización silenciosa”, explica.
En su opinión, “negar este valor o tratarlo con desprecio no solo desconoce una tradición multisecular de la Iglesia, sino que empobrece la experiencia de fe y desvincula a los fieles de una de las mediaciones más bellas que la Iglesia propone: los testigos de la santidad real, concreta y transformadora”.
Abierta la tumba de santa Teresa de Ávila (Imágenes):

