Cuando el Papa León XIV fue consagrado obispo, eligió el lema latino "In Illo uno unum", que se traduce como "en el único Cristo somos uno" o, más literalmente, "En Él, uno, [somos] uno".
Es un lema muy apropiado, ya que expresa el deseo del Papa León de unidad en la Iglesia, un deseo que marcará en gran medida el resto de su pontificado.
Las palabras de su lema están tomadas del sermón de san Agustín sobre el salmo 128.
Comentario sobre el salmo 128
El Papa León, siendo agustino, está muy familiarizado con las obras de san Agustín y las utiliza con facilidad.
El versículo concreto que cita el Papa León se encuentra en el siguiente párrafo del comentario de san Agustín sobre el Salmo 128:
"'Bienaventurados todos los que temen al Señor y andan por sus caminos' (Salmo 128, 1). Habla a muchos; pero como estos muchos son uno en Cristo, en las palabras siguientes habla en singular: 'Porque comeréis el trabajo de vuestros frutos'….Cuando hablo de cristianos en plural, entiendo uno en el Único Cristo. Vosotros, pues, sois muchos, y sois uno; nosotros somos muchos, y somos uno. ¿Cómo es que somos muchos y, sin embargo, uno? Porque nos adherimos a Aquel de quien somos miembros; y puesto que nuestra Cabeza está en los cielos, que sus miembros la sigan".
San Agustín nos recuerda que todos los cristianos estamos unidos en la fe, aunque tengamos orígenes diferentes.
Es un mensaje relevante, especialmente en el mundo moderno, pues la Iglesia es muy diversa en sus miembros, pero unida en su creencia en Jesucristo.
San Agustín continúa su comentario, exhortándonos a todos a pensar en cómo estamos unidos en Cristo:
"Oigamos, pues, este salmo como si hablara de Cristo; y todos los que nos adherimos al Cuerpo de Cristo, y hemos sido hechos miembros de Cristo, andemos en los caminos del Señor; y temamos al Señor con un temor casto, con un temor que permanece para siempre".
El Papa León tiene mucho trabajo que hacer durante su pontificado para promover la unidad en la Iglesia, tanto entre las diversas Iglesias cristianas como entre los propios católicos.
Ha sido un deseo de muchos papas en los últimos años acercarse a otras Iglesias cristianas, y aunque ha habido algunos signos de unidad, queda un largo camino por recorrer. Podemos unirnos al Papa en esta esperanza, trabajando con él para lograr una unidad duradera en la Iglesia.


