La muerte de un ser querido puede provocar desesperación, desencanto, cólera, amargura,… solo la resurrección permite vivir un duelo con esperanza. Es una de las lecciones que el filósofo Francesc Torralba ha aprendido tras la muerte de su hijo en un accidente en la montaña.
"El único mensaje que realmente puede conhortar a una persona es que el ausente será reconstruido plenamente a través de la resurrección", afirmó en una charla el 2 de mayo de 2025 en La Seu d’Urgell (España).
Pero esta fuente de esperanza requiere fe: "creer en la posibilidad de un reencuentro en un ámbito de infinita plenitud".
Reconocer el misterio

¿Cómo propiciar que la muerte aumente la fe en lugar de apagarla? Torralba respondió que existen factores que desconocemos que pueden influir en inclinar la balanza hacia un lado o al otro.
"Los movimientos del espíritu de cada uno son muy complejos y poco predecibles", reconoció.
Es posible que el duelo "pida una transformación de la idea de Dios que tenemos en la cabeza!", apuntó el teólogo.
En este sentido Torralba compartió que a él le ha ayudado “la idea de un Dios que es misterio pero que se ha dado a conocer a través de una Palabra”.
Esta Palabra "es la que permite comprenderle", explicó. 2Es bálsamo", pero a la vez "también es fuente de interrogación".
En el duelo, Torralba, que es consultor del Consejo Pontificio de la Cultura, animó a "poner el instrumental que tenemos a mano". Y citó algunos recursos que, según su experiencia, ayudan:
1Expresar
El dolor y la cólera que una persona puede sentir ante la muerte de un ser querido debe ser expresado, mostrado.
No suele ser fácil, porque "hay una dificultad del lenguaje cuando vivimos una muerte". Pero son necesarios ámbitos en los que sacar lo que la persona lleva dentro.
Las palabras suelen ser insuficientes para hablar sobre un vacío tan grande o para animar a alguien.
Pero cuando el silencio puede ser un problema, pueden emerger lenguajes no verbales.
"El abrazo, la caricia, las lágrimas, los besos,... ayudan a expresar proximidad, dicen que "tu situación no nos es indiferente" y tienen un efecto de consuelo.

2Compartir
El testimonio de una persona que haya pasado por un duelo sano puede ser de gran ayuda.
Son necesarias comunidades de acompañamiento como los grupos de duelo, considera Torralba.
"Escuchar vivencias análogas o parecidas también reconforta, y puede ser aleccionador".
"El duelo solitario es terrible", constata, "la indiferencia genera mucha tristeza". “Es muy importante sentirse sostenido por otros", añade.
"El hecho de que los demás se acerquen e intenten consolarte no salva pero genera un consuelo -asegura-, quiere decir: mi dolor cuenta para los demás".
3leer
Ver reflejado en un texto lo que la persona está viviendo, o nuevas ideas de Dios más amplias que la propia, puede iluminar el duelo y confortar.
En este sentido, Torralba, que es autor de 122 libros, explicó que a él le ayudaron en su duelo los salmos y el Libro de Job de la Biblia y poesías clásicas como “Coplas a la muerte de su padre” de Jorge Manrique.
4cambio
La muerte de Oriol Torralba a los 26 años el 14 de agosto de 2023 le cambió la mirada a su padre.
En los meses siguientes, su familia se ha unido. Y Francesc ha ayudado a muchas personas en procesos de duelo y ha compartido su experiencia en el libro "No hay palabras".
En sus muchas charlas, destaca 4 lecciones que ha aprendido en su proceso de asumir la muerte de su hijo: agradecimiento, humildad, magnanimidad y compasión.


