Aunque al Papa se le llama a menudo pastor, es importante señalar que no es el "Buen Pastor" y que el rebaño que cuida no es el suyo.
Los Papas son pastores solo en la medida en que dejan que Jesús, el Buen Pastor, guíe a su rebaño a través de ellos, como instrumento del Buen Pastor.
El Papa Benedicto XVI lo señaló en una homilía para la ordenación de sacerdotes en el Domingo del Buen Pastor de 2006.
"Jesús proclama ahora que ha llegado ese momento: Él mismo es el Buen Pastor, por medio del cual Dios mismo cuida de su criatura, el hombre, reuniendo a los seres humanos y conduciéndolos al verdadero pasto.
San Pedro, a quien el Señor resucitado encargó que cuidara de sus ovejas, que se hiciera pastor con Él y para Él, describió a Jesús como el "archipoimen" - "Pastor principal"- (cf. I Pe 5, 4), y con ello quiso decir que solo es posible ser pastor del rebaño de Jesucristo a través de Él y en comunión muy estrecha con Él".
Además, cuando Jesús le pidió a Pedro que fuera pastor, le dijo: "Apacienta mis ovejas".
Pastor según el corazón de Jesús
San Juan Pablo II escribió una exhortación apostólica sobre el sacerdocio y la llamada a ser pastor. Comienza citando el libro de Jeremías: "Os daré pastores según mi corazón" (Jeremías 3, 15).
A continuación, dedica toda la exhortación a desarrollar este sencillo principio, subrayando la importancia de que los sacerdotes sean pastores según el corazón de Jesús:
"Dios promete a la Iglesia no cualquier clase de pastores, sino pastores 'según su corazón'. Y el 'corazón' de Dios se nos ha revelado plenamente en el corazón de Cristo, el Buen Pastor. El corazón de Cristo sigue hoy compadeciéndose de las multitudes y dándoles el pan de la verdad, el pan del amor, el pan de la vida (cf. Mc 6,30ss.), y suplica que se le deje latir en otros corazones: los corazones de los sacerdotes: 'Dadles vosotros de comer' (Mc 6,37)".
Además, san Juan Pablo II ofrece varias características de este tipo de corazón:
"La gente necesita salir del anonimato y del miedo. Necesitan ser conocidas y llamadas por su nombre, caminar seguras por los caminos de la vida, ser reencontradas si se han perdido, ser amadas, recibir la salvación como don supremo del amor de Dios. Todo esto lo hace Jesús, el Buen Pastor - por sí mismo y por sus sacerdotes con él".
Reza para que el Papa León XIV sea un pastor según el corazón de Jesús.


