El mundo entero estuvo pendiente de la elección del nuevo Papa: luego de tres votaciones, salió el esperado humo blanco que anunciaba que por fin los cardenales se habían puesto de acuerdo: León XIV es el nombre elegido por el cardenal Robert Francis Prevost, de origen estadounidense y misionero agustino. Al elegir este nombre, ¿qué es lo que tiene en común con León XIII?
Un Papa preocupado por los obreros y los conflictos del mundo
León XIII fue papa de 1878 a 1903. Su longevo mandato en el papado - 25 años - se compara a su larga vida: 93 años. Este italiano fue electo Papa en un cónclave de solo dos días -al igual que Mons. Prevost- y a la tercera votación.
Se preocupó por la formación del clero, el papel de los nuncios como representantes del Papa para consolidar las relaciones entre la Iglesia y los Estados y del creciente problema obrero. Prueba de ello fue su encíclica Rerum Novarum, la primera encíclica social de la Iglesia, donde denuncia:
"...el cambio operado en las relaciones mutuas entre patronos y obreros; la acumulación de las riquezas en manos de unos pocos y la pobreza de la inmensa mayoría; la mayor confianza de los obreros en sí mismos y la más estrecha cohesión entre ellos, juntamente con la relajación de la moral, han determinado el planteamiento de la contienda".
Su carisma conciliador le permitió mediar en varios conflictos mundiales, como la hostilidad que existía contra los católicos por parte del régimen imperial alemán, la confrontación de la Iglesia francesa y la Tercera República y la disputa territorial de las islas Carolinas entre España, Alemania y Reino Unido.
Además reforzó lazos con la Iglesia Estadounidense y fomentó la expansión del catolicismo en los Estados Unidos. Y por si fuera poco, fue el primer Papa mediático de la era moderna, fotografiado, entrevistado y filmado para aparecer ante el mundo de su época.
Y, por supuesto, amaba el santo rosario y a María Santísima.

La herencia para León XIV
El nuevo Papa, agustino y misionero, conoce la realidad de América Latina porque fue obispo y arzobispo en Perú. Le tocó una época difícil para la democracia de ese país, así como a su antecesor León XIII en Italia, que abrió la puerta a la Doctrina Social de la Iglesia.
León XIV sabe que hay que dar continuidad a la acción social de la Iglesia, como lo hizo también el Papa Francisco con su opción por los pobres, y que ya no tiene marcha atrás.
Su Santidad sabe que debe ser un pastor cercano y compasivo, y seguramente que ya lo ha comenzado a ser. Oremos por nuestro Papa León XIV.


