Cada vez que se elige a un nuevo Papa, una columna de humo blanco emerge de la chimenea de la Capilla Sixtina, anunciando al mundo que la Iglesia Católica tiene un nuevo Pontífice. Pero, ¿de dónde surge esta tradición?
El uso del humo como señal en el Cónclave Papal tiene raíces profundas. Aunque no se sabe con exactitud cuándo comenzó, se cree que la práctica de quemar papeletas para anunciar el resultado de las votaciones surge en el siglo XV.
En 1878, durante el Cónclave que eligió al Papa León XIII, se estableció la práctica de emitir humo blanco para anunciar la elección de un nuevo Papa.


