¿Quién es ese hombre que en las celebraciones en el Vaticano y en las giras del Santo Padre no se despega del Papa? Es ni mas ni menos el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, cargo desempeñado actualmente por Mons. Diego Giovanni Ravelli.
A Mons. Diego pudimos escucharlo decir muy solemnemente "Extra omnes" - todos fuera - y cerrar las puertas para dar comienzo al cónclave, quedando en la Capilla Sixtina solo los cardenales electores.
También participó en el juramento de los cardenales antes de iniciar y anteriormente en los funerales del Papa Francisco. En realidad, su labor es muy importante. Y Mons. Ravelli, está altamente calificado para realizarla.
¿Qué le toca hacer al Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias?
La Constitución Apostólica Pastor Bonus sobre la Curia Romana, describe la función de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, que se encarga de la parte estrictamente litúrgica. En el artículo 182 leemos que :
§1. Le corresponde preparar todo lo necesario para las celebraciones litúrgicas y otras funciones sagradas que celebre el Sumo Pontífice u otro en su nombre, y dirigirlas según las prescripciones vigentes del derecho litúrgico.
El artículo se refiere a que la Oficina - que forma parte de la Curia Romana - también auxilia a los cardenales y delegados del Papa cuando son enviados por él para realizar alguna celebración, para lo que cuenta con un grupo de ceremonieros pontificios.
En cuanto al Maestro, la Constitución dice en el artículo antes citado:
§2. Al Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias lo nombra el Sumo Pontífice para un quinquenio; a los ceremonieros pontificios, que lo ayudan en las sagradas celebraciones, los nombra el Secretario de Estado para el mismo período de tiempo.
Gracias a él y a los ceremonieros, tenemos la dicha de presenciar - y a veces, de participar - en hermosas celebraciones ordenadas y dignas, una nota distintiva de nuestra Iglesia católica.


