Durante siglos, cuando un hombre ha sido elegido Papa ya era cardenal de la Iglesia Católica. Sin embargo, la ley de la Iglesia no exige que un Papa electo sea primero cardenal y, de hecho, no siempre ha sido así.
Los requisitos para ser elegido Papa son implícitamente bastante simples: el futuro Papa debe ser un hombre católico bautizado. Al menos durante los últimos 500 años, el futuro Papa también ha sido cardenal, en el sentido moderno del término. Pero hay algunas ocasiones en la historia de la Iglesia en las que esto no ha sido así.
Por ejemplo, el Papa Juan XIX, elegido en 1024, que era un "Cardenal-Diácono", pero no un obispo, ni siquiera un sacerdote. En realidad era cónsul y senador cuando fue elegido. Fue un Papa controvertido por tener poca experiencia dentro de la Iglesia y fue ordenado apresuradamente antes de asumir el papado.
El Papa Gregorio X fue elegido en 1271, cuando era obispo, pero no cardenal. Se encontraba en Tierra Santa en una cruzada y tuvo que hacer el viaje de vuelta a Roma.
O el Papa Celestino V, un monje ermitaño que no quería aceptar el papado, pero lo hizo en 1294. En realidad no duró mucho: abdicó voluntariamente después de sólo cinco meses y se hizo famoso en nuestros días porque el Papa Benedicto XVI visitó su tumba antes de dimitir. Cuando el Papa Francisco hizo lo mismo, surgieron muchas especulaciones.
Los cardenales son un poco nuevos
Cabe señalar que el estatus de cardenal no se codificó realmente hasta el siglo XI. El término cardenal pasó de designar a un miembro del clero con cierto grado de antigüedad o importancia al concepto actual de cardenal. Esto se consolidó en el Decreto de 1059 d.C. sobre las elecciones papales.
En la Iglesia primitiva en particular, hubo sacerdotes que se convirtieron en papas. Incluso hubo papas casados, aunque la tradición sostiene que practicaban el celibato clerical.
El primero en esta lista es Pedro el Apóstol, de quien sabemos que estaba casado porque las Escrituras nos dicen que Jesús curó a su suegra.
La probabilidad de que alguien que no sea cardenal sea elegido hoy en día es muy baja. Por otra parte, no habíamos visto a un Papa dimitir como lo hizo el Papa Benedicto XVI en mucho, mucho tiempo, ¡así que nunca digas nunca!
Cardenal o no, el Papa será anunciado a la Iglesia universal con un sonoro "Habemus Papam" (¡Tenemos Papa!).


