La Iglesia católica tiene tres pilares sobre los que descansa la autoridad con la que enseña: la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio.
El documento Magisterio y Teología lo define así:
"Se llama Magisterio eclesiástico la tarea de enseñar, que pertenece en propiedad, por institución de Cristo, al colegio episcopal o a cada uno de los obispos en comunión jerárquica con el Sumo Pontífice".
Recordamos que el mismo Señor Jesucristo eligió a los doce apóstoles (Mt 10, 1-4), les mandó que hicieran en su memoria lo que le vieron hacer en la última cena (Lc 22, 19) y fueron enviados a predicar el evangelio, bautizando (Mt 28, 18-20)y perdonando los pecados (Jn 20, 23).
Por derecho, fue a ellos a quienes se les reconoció como primeros obispos y a su vez, eligieron a otros que continuaran con su misión (Hch 1, 23-26).
La importancia del Magisterio
Por eso, la importancia del Magisterio radica en que pueden enseñar, predicar y guiar al pueblo encomendado a ellos por Jesús. Si ellos no hubieran continuado fielmente con las enseñanzas de Jesucristo, no habría existido la Iglesia.
Además, ellos han guiado a los hombre y mujeres desde hace más de dos mil años para que llevaran una vida moral apegada a la doctrina cristiana, como lo indica el Catecismo de la Iglesia católica:
"El Magisterio de los pastores de la Iglesia en materia moral se ejerce ordinariamente en la catequesis y la predicación, tomando como base el Decálogo que enuncia los principios de la vida moral válidos para todo hombre".
Es porque fueron elegidos por Cristo por lo que tienen la autoridad de ser maestros; y es por ellos que tenemos una guía segura para actuar sin temor a ofender a Dios:
"El Romano Pontífice y los obispos, como maestros auténticos, predican al pueblo de Dios la fe que debe ser creída y aplicada a las costumbres. A ellos corresponde también pronunciarse sobre las cuestiones morales que atañen a la ley natural y a la razón".
Así es que la enseñanza del Papa y los obispos de la Iglesia Católica son nuestra seguridad para entender que si hacemos lo que ellos enseñan en su predicación, estaremos más cerca del reino de los cielos.


