Fue en 1331 cuando se redactó el primer reglamento de la Audiencia del Sacro Palacio, órgano legislativo de la Santa Sede que dio origen a la Rota Romana. Comparte la misma etimología que sus primas, la rotonda del Parque Monceau de París, la del Capitolio de Washington y la del Panteón de Roma: del latín rotondus, que significa "redondo" y que en arquitectura dio origen a estos edificios circulares rematados con una cúpula.
Se han barajado varias hipótesis sobre el origen del extraño nombre dado a este tribunal, uno de los tres de la Iglesia Católica Romana, junto con el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y la Penitenciaría Apostólica. Mientras que algunos creen que la Rota debe su nombre a la sala circular en la que se reunían los auditores de las causas en el Sacro Palacio Apostólico, otros piensan que se refiere a una mesa redonda alrededor de la cual se sentaban.
Otros lo explican por la rota, una especie de atril utilizado por los auditores durante las sesiones, que también hace referencia a la firma papal que valida un acto utilizado en la cancillería pontificia.
Una estructura colegiada
El Tribunal de la Rota Romana, explica la Santa Sede en la Constitución Apostólica Praedicate evangelium (§200-204),
"Desempeña ordinariamente el papel de instancia superior de apelación a la Sede Apostólica para tutelar los derechos en la Iglesia, garantiza la unidad de la jurisprudencia y, mediante sus propias sentencias, asiste a los tribunales inferiores".
En particular, la Oficina se encarga de pronunciarse sobre la nulidad de un matrimonio contraído pero no consumado, o sobre los casos de dispensa de las obligaciones del diaconado y del sacerdocio.
Se compone de una estructura colegiada formada por varios jueces elegidos por el Papa en diversas partes del mundo.
Preside este colegio un decano, nombrado por cinco años entre los jueces de la Rota Romana; desde 2021, es el cardenal español Mons. Alejandro Arellano Cedillo.

Una corte centenaria
Fue Juan XXII quien dio a este tribunal su primera regulación en 1331 con la Constitución Apostólica Ratio Juris, antes de que Benedicto XIV definiera su jurisdicción con Iustitiæ et pacis cuatro siglos más tarde, en 1747. Tras varias reformas y años de decadencia a finales del siglo XIX, Juan Pablo II redefinió su reglamento en 1994, que sigue vigente en la actualidad.
El Vaticano precisa que la Rota Romana juzga, en particular,
"En primera instancia, a los obispos en litigio, a menos que se trate de derechos o bienes temporales de una persona jurídica representada por el obispo ; los abades primados, los abades superiores de congregaciones monásticas y los moderadores generales de institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica de derecho pontificio [así como] las diócesis / eparquías y otras personas eclesiásticas, físicas o jurídicas, que no tengan un superior inferior al Romano Pontífice".


