Desde que se anunció la muerte del Papa Francisco, cardenales de todo el mundo han acudido en masa a Roma en previsión del funeral y del próximo cónclave.
Aunque la mayoría de ellos visten la tradicional túnica roja, símbolo distintivo del cardenalato, algunos van de negro. ¿Se trata de un descuido del protocolo? No: es una diferencia en la tradición.
El hábito rojo lo llevan los cardenales de la Iglesia latina, la mayor y más extendida de las 24 Iglesias que componen la Iglesia católica. Este rojo simboliza su voluntad de derramar su sangre por la fe.
Actos público como el cónclave

En actos públicos o diplomáticos, como un cónclave, este atuendo es la norma para los cardenales latinos.
Aunque la inmensa mayoría de los católicos del mundo pertenecen al "rito latino", unos 18 millones pertenecen a una de las 23 Iglesias católicas orientales, conocidas como "sui iuris", como la Iglesia greco-católica ucraniana o la Iglesia siro-malabar.
A excepción de la Iglesia Católica Maronita, todas estas Iglesias eran ortodoxas orientales, pero han optado por volver a la plena comunión con Roma. Reconocen al Papa como su cabeza, son autónomas y conservan algunas de sus tradiciones y costumbres litúrgicas.

Ropa tradicional
Los cardenales de estas Iglesias orientales suelen conservar sus vestimentas litúrgicas tradicionales, incluso cuando se convierten en miembros del Colegio Cardenalicio. Por ello, a veces aparecen vestidos de negro, o con otros colores y estilos litúrgicos típicos de su Iglesia.
No se trata de una desviación de la norma, sino de una riqueza cultural dentro de la unidad católica. Actualmente hay cinco cardenales electores de Iglesias católicas orientales:
El cardenal Louis Raphael Sako (Iglesia caldea), el cardenal Baselios Cleemis (Iglesia siro-malankara), el cardenal Berhaneyesus Souraphiel (Iglesia católica etíope), el cardenal George Koovakad (Iglesia siro-malabar) y el cardenal Mykola Bychok (Iglesia greco-católica ucraniana), el cardenal elector más joven.
Continúa la llegada de fieles a San Pedro para dar el último adiós al Papa Francisco:


