Tras el traslado de los restos del Papa Francisco a la Basílica de San Pedro, todos los fieles que lo deseen pueden ahora rezar ante el pontífice fallecido. Se esperan cientos de miles de personas durante tres días. I.MEDIA recibió a los primeros grupos de peregrinos que se agolparon a la entrada de la Basílica de San Pedro, muchos de los cuales, pocos minutos antes, habían presenciado el conmovedor paso del féretro del Papa por la plaza antes de su entrada en el palacio.
En la pequeña multitud que llegó a las 8 de la mañana, estaba el padre Lucca, procedente de Milán, con 47 jóvenes de su parroquia. “Ya teníamos en la agenda el Jubileo de los Adolescentes”, explica. "Cuando llegamos el lunes, nos enteramos de la muerte del Papa. Nos entristeció mucho y nos conmocionó", confiesa este joven sacerdote de unos treinta años. El grupo decidió seguir la traducción y acudir a la basílica para venerar los restos del difunto Papa en cuanto se abrieron las puertas a las 11:00. "Ahora", añade el capellán, "nuestra peregrinación se convierte en una oportunidad para pedir al Señor el don de un nuevo pontífice para la Iglesia".
Fidel, quien vino de Estados Unidos pero originario de República Dominicana, explicó que había planeado su viaje a Roma con su familia para ver al Papa físicamente, en vivo. "Desafortunadamente, la noticia de su fallecimiento nos llegó justo cuando subíamos al avión. Pero estamos aquí para rendirle homenaje. Ver su cuerpo será una experiencia conmovedora, una oportunidad para fortalecer nuestra fe y afianzarnos en la religión católica", explica.
"Sabemos que Dios se lo llevó consigo, pero estamos aquí para acompañarlo en su viaje al Cielo", asegura. Su hija, María Asunción, comparte su esperanza de que "el próximo Papa difunda tanto amor y compromiso hacia los demás".
Sor Cinzia, monja de las Hermanas de la Providencia, en misión en el norte de Italia, asegura que para ella "el Papa Francisco fue un padre, un modelo que quise seguir como mujer, como cristiana, como persona consagrada. Intentaré poner en práctica su ejemplo en mi vida", promete.
Daniela, miembro de un grupo de espiritualidad mariana en Roma, expresó gran alegría y gratitud. No es solo un día de luto, es un día de esperanza y alegría. "La muerte es solo un paso en la espera de la Resurrección", asegura.
Le conmueve especialmente el hecho de que el Papa Francisco haya elegido ser enterrado en Santa María la Mayor. "El Papa Francisco llamó a la Virgen María 'Madre', como nosotros", dice, añadiendo que a menudo hablaba de "la ternura de Dios Padre". “Lo encontraremos en el Cielo, en la Casa del Padre”, asegura la joven.

El padre Dieudonné, sacerdote de la diócesis de Boma, en la República Democrática del Congo, fue a expresar su gratitud por el mensaje de esperanza que dejó el Papa durante su visita a su país en 2023. "Dejó mensajes contundentes, gritó alto y claro a todos los que saquean el Congo: que retiren las manos, que dejen que nuestro país avance", recuerda este sacerdote que estudia en Italia.
"Hizo lo que debía hacer: proclamó el mensaje de Cristo, que es un mensaje de paz. Pero es como una semilla sembrada en la tierra. Podría decir que hoy aún no ha dado fruto, porque con el endurecimiento de los corazones, la guerra ha adquirido dimensiones inesperadas" —lamenta—.
El shock causado por la partida del Pontífice, dijo, es una oportunidad para dar un nuevo significado a sus llamados a la paz. "Su muerte nos permite despertar nuestras conciencias, permite que el mundo entero preste atención a nuestra situación. Y ahora, una gran responsabilidad recae sobre los congoleños, sobre todos aquellos que codician las riquezas del Congo, para que las cosas finalmente cambien", espera.


